­La empresa municipal Emaya ha recogido 2.026 toneladas de enseres en la calle durante los primeros nueve meses del año. En este periodo, se ha llevado 1.521 toneladas de trastos de las viviendas cuyos habitantes han utilizado el servicio a domicilio. Pese a que está prohibido dejar muebles y electrodomésticos abandonados en la vía pública, han acabado allí 505 toneladas más que en los camiones que Emaya dispone para la recogida gratuita de enseres. Quienes han depositado dichos trastos en la calle se han arriesgado a multas de entre 301 y 901 euros, ya que está tipificado como falta grave en las ordenanzas municipales, según destaca Emaya.

La empresa reconoce que ha descendido significativamente el número de servicios de recogida a domicilio y apunta que "podría ser consecuencia de la crisis, un hecho que obliga a la gente a alargar la vida útil de sus muebles y electrodomésticos". Además, otro motivo puede ser el retraso de Emaya en otorgar cita para ir a recoger los trastos viejos, ya que "se tarda una media de una semana", según varios usuarios y el propio servicio de recogida. Desde la empresa municipal se indica que, "si hay disponibilidad, se da cita entre el día siguiente y los cinco días hábiles posteriores, aunque depende de la demanda y la zona de la ciudad que toque cubrir ese día".

Un vecino de la calle General Ricardo Ortega se queja de que "no es lo mismo esperar a que te recojan una estufa vieja que un sofá o un colchón, porque ocupa mucho menos y se puede guardar en un rincón, pero lo otro no". Por ello justifica a quienes dejan los muebles viejos en la calle. María Jesús Ruedas escribió una carta al periódico la semana pasada en la que alababa el buen servicio de recogida a domicilio que había hace años, todo lo contrario que ahora, ya que no podían darle "ninguna cita para recoger un viejo sillón porque tenían el cupo cerrado". Le dijeron "que fuese llamando hasta que tuviesen cupo", como criticó la afectada, quien añadió que en verano le dieron cita con más de 15 días para retirar un televisor.

La disminución del servicio de recogida fue de un 10,4% de 2013 respecto a 2012, ya que el año pasado Emaya llevó a cabo 40.629 servicios mientras que el año anterior fueron 45.339, según informó la empresa. Durante los nueve primeros meses de 2014 se han realizado 33.776 traslados a domicilios para recoger muebles y electrodomésticos.

Funcionamiento

El servicio gratuito se presta de lunes a viernes de 7 a 13.30 horas y de 14 a 21 horas. Para solicitar cita, hay que llamar al teléfono de Emaya 900 724 000, que tiene un horario de atención al público de 7.30 a 21.30 horas. La empresa destaca como significativo que "el 40% de las llamadas recibidas están relacionadas con el servicio de recogida de trastos".

Se hace cargo de "todo tipo de mobiliario doméstico que pueda ser bajado por la escalera y/o ascensor en condiciones normales. No se admiten residuos que tengan elementos cortantes, que no sean domésticos o puedan considerarse peligrosos o contaminantes". Señala que cada ciudadano puede entregar hasta un máximo de tres enseres y puede solicitar la recogida dos veces al mes. Este cupo máximo de trastos "obedece a la voluntad de atender el mayor número de peticiones por día".

La empresa añade que, "en el caso de que un ciudadano que haya solicitado el servicio tenga que ausentarse de su domicilio y no tenga posibilidad de entregar los enseres, debería notificarlo a Emaya", aunque también puede dejarlos "en el rellano o entrada del edificio (nunca en la acera de la vía pública), siempre y cuando cuente con la autorización de la comunidad de propietarios", tal como indica.

En cuanto a quienes dejan los trastos en la calle, critica dichas "actitudes incívicas", porque le obligan a "realizar un esfuerzo y un gasto extraordinarios y adicionales a los que conlleva la prestación del servicio diario". Este abandono en la vía pública es aprovechado por quienes, a causa de la crisis, buscan objetos de valor en los contenedores.