Resumen de la primera parte publicada en nuestro anterior artículo: en Sant Jordi, en el huerto de Can Real, un missatge asesina a la esposa de l'amo y a su hijo de corta edad. El crimen "cou dins tota Mallorca", en palabras de Bartomeu Crespí, autor del romanç que narra con pelos y señales el suceso. La policía comienza a investigar. A los pocos días ya se ha detenido al sospechoso. La literatura establece que en un crimen de clase alta el asesino es el mayordomo; en un crimen rural señalaría al missatge.

"El misatge el segón dia/ qu'estava incomunicat/ de nou vá essé preguntat/ del Jefe de Policía./ Va dí tant clá com sabía/ -vaig cometre s'atentat/ devant una cantidat/ que l'amo me prometía-". Y aquí comienza el lío que deberá desentrañar el tribunal. El esposo también fue encarcelado y los investigadores idearon una treta: "Pel pati los amollaren/ amb els altres penitents/ dins un espay curt de temps/ los dos reos sa trobaven". Ambos evitaron caer en la provocación, por lo que todo tendría que decidirse en el juicio. "Lluytant dins el temporal/ sabent es vent d'hont venia/ cada defensó seguia/ sa ruta per cada cual".

El juicio comenzó entre una gran expectación en el que cada parte mantuvo sus posturas. El asesino confeso, que lo hizo por encargo del marido. El señalado, que nada sabía del asunto. "Pero el fiscal parla fort/ amb sa lley que los aplica/ qu'el Códig los califica/ a dues penes de mort". Uno, el missatge poco tenía que salvar. El marido en cambio se jugaba mucho: "Peró lo seu defensó/ les rodes de la Lley frena,/ protesta cuantre la pena/ y vol l'absolució./ Afirma qu'el procesat/ falta no fá qu'el defensi/ perque la seva ignocenci/ eclipse la falsedat". Esta defensa, que dirigía Fernando Pou, desagradó al público y el presidente del tribunal ordenó el desalojo de la sala. Al final brilló la inocencia del viudo con argumentos de peso para el autor del romanç, aunque de escaso contenido jurídico: "Desde el Tribunal de Deu/ vengué la sentenci clara/ perque es just y no repare/ dant a cada cual lo seu/ bé s'explica, Bertomeu,/ no heyá excepció tan rare/ capás de matá un pare/ sa dona y un fiet seu".