Los vertederos ilegales siguen proliferando en la ciudad ante la inacción institucional. A las puertas de la urbanización de Son Olivaret, en el camino de tierra que da acceso a estas viviendas de la localidad de Sant Jordi, se halla un basurero de grandes dimensiones que bloquea el paso al tráfico rodado.

Pese a que la vía está preparada para la circulación en doble sentido, un lateral está completamente ocupado por residuos voluminosos. Los escombros de obra son los más extendidos, aunque también se pueden ver electrodomésticos, muebles, restos de vegetación muerta... Incluso piezas partidas del casco de una embarcación.

En los últimos años se han multiplicado los puntos en los que los incívicos abandonan residuos en mitad de la calle o de un solar. El barrio de Nou Llevant es un ejemplo de ello, pero también en el polígono de Son Valentí, s´Olivera, Can Pastilla... Los hay en la mayoría de barrios del extrarradio. Incluso en Son Reus a las puertas de la empresa que realiza el tratamiento de escombros de Mallorca, Tirme, que es uno de los más voluminosos del municipio.