Cort reconoce que los menús que ofrece en los comedores municipales no tienen calidad suficiente y deben mejorar. Un informe interno elaborado por trabajadores de los servicios sociales del Ayuntamiento afirma que se han producido incidencias "en la cantidad y la calidad de los menús y de las raciones", entre otros elementos. Esta comida se sirve, principalmente, a personas de la tercera edad y a usuarios con dependencia que no pueden cocinar por sí mismos. También se entrega a las familias y víctimas de violencia machista que viven en los centros de acogida municipales. En total, entre 420 y 460 personas reciben esa comida a diario.

La compañía responsable del catering municipal desde febrero de 2013 es Serunión. A cambio, el Ayuntamiento de Palma le paga un millón de euros al año. Debido a las numerosas faltas cometidas por la empresa, los propios funcionarios municipales recomiendan en su informe que "se estudien las medidas de sanción administrativa oportunas". El informe fue redactado en marzo de 2014. A día de hoy, no consta que Cort haya multado a la empresa de alimentación. Usuarios consultados por este diario confirman que todavía hoy se siguen produciendo deficiencias en el servicio.

El Ayuntamiento relata prácticas cuestionables por parte de la empresa Serunión. Un caso flagrante se produce con los diabéticos. Tienen derecho a disfrutar de un menú especial. Pero, en vez de eso, les sirven la mitad de un menú normal porque es "la política de la empresa". El documento también indica que hace falta "rectificar las cantidades que se sirven de según qué alimentos", porque "algunas veces sobra comida (por ejemplo, hamburguesas), mientras que otras las raciones son muy ajustadas (ensaladas)". Tampoco se cumple la previsión de los menús anunciados. "Se producen muchos cambios de última hora, que afectan a las personas mayores", dice el texto.

Esas son las deficiencias reconocidas por el Ayuntamiento. No obstante, los usuarios relatan muchas más quejas. En el casal del Jonquet realizaron el año pasado una carta de protesta en que listan hasta ocho fallos habituales. Entre ellos, afirman que "las sopas están aguadas", "los arroces están crudos" y que las cenas eran "desechadas por muchos por su aspecto y calidad sospechosos". Las personas que comen en el casal del Jonquet concluían su misiva al Ayuntamiento resaltando que "la cantidad de platos que se devuelve sin haber sido tocados excede a veces el 70%".

El documento elaborado por los técnicos de Cort señala la "descoordinación" y " desorganización" de la empresa Serunión. Pese a que los directivos de la compañía "comparten las quejas [de Cort], no les dan solución". Antes de que esta compañía barcelonesa se encargara del servicio, Creu Roja Espanyola era la entidad responsable. La ONG también se presentó al concurso, pero quedó excluida de la licitación por no cumplir con las exigencias solicitadas por el consistorio. Los usuarios recuerdan que cuando la Creu Roja les traía la comida no se producían estos errores.

Dentro de medio año -en febrero de 2015- finaliza la adjudicación, aunque se puede prorrogar durante dos años más. De momento, el Ayuntamiento no ha dado ningún paso para sacar a concurso el servicio de los comedores municipales y que Serunión deje de prestarlo.

Esta comida, que Cort reconoce como de baja calidad, se distribuye en once centros de gestión municipal. Incluye los casals para la tercera edad y personas con dependencia de Ciutat Antiga, Can Ribes y el Jonquet; los centros de día de s´Estel, el Coll d´en Rabassa, Son Sardina y Son Dureta; los tres edificios del servicio de acogida municipal, y el comedor social de sa Fàbrica. El contrato también prevé dar servicio al centro de día de Son Cladera si algún día entra en funcionamiento.