­La Bahía de Palma es testigo constante del paso de algunos de los más espectaculares, modernos e innovadores buques de recreo del mundo. Sea porque su propietario quiere pasar unos días en la isla, porque la embarcación se dedica al chárter y viene con clientes o los está buscando, porque tiene base en Palma o porque viene a ser reparada, el caso es que en la Bahía se pueden ver las mejores y más modernas embarcaciones. Sin ir más lejos, desde hace unos días se encuentra atracado en el Club de Mar el Venus, yate cuyo diseño fue ideado por el cofundador de Apple, Steve Jobs, en colaboración con el diseñador Philippe Starck.

Jobs nunca pudo disfrutar de su yate, ya que murió un año antes de la botadura de la nave, aunque sí su familia, que se hizo cargo de la embarcación. La imagen del Venus, que ya visitó Palma hace un año, no deja indiferente a nadie, existiendo al respecto opiniones para todos los gustos. Se hizo a medida de su creador y contó con la colaboración de Starck, creador de diseños como el del yate A, otra embarcación singular.

Sus dimensiones son 78,2 metros de eslora y 11,8 metros de manga, con 1.876 toneladas de registro, y va dotado de dos motores que le imprimen una velocidad de hasta 20 nudos. Fue construido en Holanda y entró en servicio a finales de 2012. A bordo todo es funcional, tal como Jobs quería. De los detalles de la escala, como es habitual en estos casos, no ha trascendido nada, ni siquiera si algún miembro o toda la familia de Jobs viaja a bordo.

Otros grandes yates

El Venus no es el único gran yate que hay estos días en la Bahía, ya que justo a su proa está atracado en Hampshire II, una embarcación de prácticamente la misma eslora y que fue construida para el magnate petrolífero Jim Ratcliffe, también en 2012 en Holanda. Según parece, además de los lujos habituales en este tipo de embarcaciones, está especialmente preparado para la práctica de diversos deportes.

A popa del Venus, un buque que pasa largas temporadas en Palma es el Salem, una embarcación de 74 metros de eslora que empezó sus días en 1963 como el buque meteorológico Cumulus. Fue reformado en 1998, cuando se convirtió en yate. Cerca se encuentra el espectacular Kokomo, velero de 58,4 metros de eslora. También en la zona está atracado el Stargate, de 80 metros. Ambas embarcaciones suelen pasar largas temporadas en Ciutat.

Asimismo, en otras zonas del puerto de Palma se pueden ver estos días espectaculares naves, como el Kamaxitha o el Adele, ambos veleros de 55 metros; o el Athos, otro velero, este de 62 metros, construido en 2011 en Holanda y que se encuentra en la zona de reparaciones del Moll Vell. Si alguien quiere estar al día en diseño de barcos de recreo, no tiene más que darse una vuelta por el puerto.