­La fiesta que cierra la Pascua volvió a la ciudad. La recuperación del Diumenge de l´Àngel por parte de las asociaciones de vecinos se saldó ayer con "más de un 20% más de asistentes con respecto al pasado año", según Joan Forteza, presidente de la Federació d´Associacions de Veïns (FAAVV). La jornada tuvo un marcado carácter reivindicativo. No en vano se sumaron más entidades cívicas que aprovecharon el tirón de la fiesta para pedir una firma o, al menos, un minuto de escucha. Entre los más rubricados, los del GOB y los del puesto contra las Energías Nucleares que pedían firmas contra las prospecciones petrolíferas en Eivissa que quieren llevar a cabo el gobierno de Mariano Rajoy. Muy concurrida también la caseta de los que defienden un puerto pequeño en el Molinar frente al proyecto de la Autoridad Portuaria "de proporciones faraónicas". Las camisetas verdes de Crida y de la Asamblea de Docents compartieron escenario con la plataforma de afectados por las hipotecas. Fue un paseo de reclamación, información y concienciación.

"Cort, a través de la concejala Esperanza Crespí, tiene que tomar nota porque ha podido ver la realidad de todas las barriadas de Palma en una fiesta muy vecinal que ha ahorrado mucho dinero al ayuntamiento y que ha sido muy reivindicativa", señaló Joan Forteza, presidente de la FAAVV.

Responsabilidad de conocer el mapa de los problemas de Palma sin reñir con el aire de fiesta que convirtió el castell y el bosque de Bellver en un teatro al aire libre. Convivencia de músicas -sonaban fuerte los tambores de las batucadas pese a que a algunos les molesta que sean los sones brasileros los que abran el descenso del ángel por la escalera del castell y no las xeremies- con la gastronomía, claro que en Pancaritats la empanada es la reina porque el domingo de l´Àngel se comen las últimas.

Los adultos de la familia de los Tallarte Torrecilla lamentaban que no hubiera más parques infantiles, mientras que los pequeños del clan festejaban "los cabezudos y los boleros". Poco más tarde, llegaba a Bellver África Dengra que a sus 6 años había subido a pie al castillo junto a su abuela María Salud. "Creo que faltan más tenderetes de comida", apuntaba ella; y su nieta apostillaba, "sí, sí, la de tartas del año pasado".

Como cada año, el carrusel ecuestre de la Policía Montada fue muy aplaudido, así como los bailes y para los pequeños los cursos de bicicleta,

La denuncia traspasó fronteras. Los ecuatorianos Adriana Alarcón, Alberto Montiel, David Zurita y Jefferson Alvarado salieron a informar sobre la contaminación de la compañía Chevron-Texaco en la Amazonía. La soflama también se instaló en el pentagrama. El próximo 4 de mayo se ha programado un concierto a favor de la Simfònica. Se vendían entradas.