Cautivados por el efecto de luz y color, los asistentes que ayer abarrotaron la Catedral sintieron por unos instantes el Octavo Día, "un tiempo más allá de todo tiempo", que para la tradición cristiana significa "el tiempo de la eternidad, el cielo". La mayoría del público no era practicante, porque se marcharon cuando empezó la misa, pero pudieron comprobar que el conocido como Espectáculo del Ocho se asemeja a la frase del escritor y pintor Santiago Rusiñol "entra en la Seo y verás su alma".

Afirman los especialistas que los rosetones mayor y menor del templo no fueron construidos expresamente para que formasen el Ocho el día de la Candelaria y el de San Martín (el 11 del 11), aunque ayer (2 del 2) los católicos celebraban que "la luz guía hacia el buen camino" y la Seu mostró una vez más por qué la llaman la Catedral de la luz.

La mañana amaneció soleada, por lo que desde las 8,30 horas los rayos empezaron a iluminar el interior de la fachada principal con una explosión de color que procedía de las 1.116 piezas de cristal que componen el vitral mayor, también conocido como Oculus Maior. Los numerosos asistentes -el personal de la Seu asegura que este espectáculo ha sido uno de los más concurridos que recuerdan- daban la espalda al altar y al citado rosetón para observar el mágico fenómeno que producía su reflejo en el muro del vitral de Ponent. Poco a poco dicha imagen se acercaba al rosetón menor y los objetivos de las cámaras, teléfonos móviles e incluso tablets no paraban de apuntar hacia ese lugar.

Aplausos

Justo después de las 9,00 horas llegó el esperado momento y la proyección del rosetón mayor se detuvo debajo del situado en la fachada principal, formando el Espectáculo del Ocho. La Seu rompió en aplausos. La imagen de ambos círculos alineados fue desapareciendo, debido a que el inferior se iba moviendo como si fuesen las agujas de un reloj. De hecho, cuando los rayos del sol se reflejan en el muro pueden servir a los expertos para saber qué hora del día es.

Hoy lunes, el Ocho de la Seu es un poco más imperfecto, pero también se puede apreciar, como ocurrió el sábado día 1, cuando la Sociedad Balear de Matemáticas organizó una visita guiada para explicar este fenómeno único. Se apuntaron alrededor de 200 personas, por lo que tuvieron que hacer dos turnos debido al éxito de la convocatoria. Y no lo pudieron hacer ayer domingo porque había misa.

Los matemáticos Josep Lluís Pol y Daniel Ruiz ofrecieron una amena charla sobre numerosos aspectos relacionados con la Seu, su historia y, principalmente, los números y figuras geométricas que alberga, porque "la Catedral es una enciclopedia abierta con muchas cosas por descubrir", en palabras de Pol. Ruiz empezó destacando que el templo "tiene una orientación especial, de 120 grados al sureste, hacia la salida del sol en el solsticio de invierno", y ese día provoca que los rayos atraviesen el rosetón mayor y coincidan exactamente con el rosetón menor, tal como detallan en el informe escrito por ambos Els efectes de la llum solar a la Seu de Mallorca. Consideran que la orientación "era intencionada, porque el campanario se dirige exactamente hacia la Meca, ya que anteriormente allí estaba el minarete de una mezquita, y las paredes de la Almudaina son paralelas al campanario y miran también a la Meca", en palabras de Josep Lluís Pol.

En cambio, los rosetones no parecen construidos de forma intencionada para producir el efecto del Ocho en la Candelaria, según dicen, ya que al principio no se construyó la Catedral, sino un templo más pequeño, y el proyecto se cambió después.