En uno de los laterales que flanquean la bella plaza de Sant Jeroni, se levanta un edificio de importante interés patrimonial e histórico: el colegio de Nostra Senyora de la Sapiència, que durante siglos fue uno de los baluartes más importantes del lulismo. Hablar de los orígenes de esta institución, es hablar de su fundador: Bartomeu Llull (Palma, 1565-1634).

Este personaje -parece ser que descendiente, si no del propio Ramon Llull, sí de su familia- estudió Teología en la Universidad Luliana de Mallorca, teniendo como preceptores a unos frailes franciscanos. Se doctoró y se ordenó sacerdote, convirtiéndose en un destacado lulista. Debió ser un joven con dotes para los estudios y las relaciones sociales pues, al poco tiempo, fue propuesto por el cabildo de la Catedral para ser su representante ante la Santa Sede "en todos los asuntos y negocios, pleitos y causas". Además, fue nombrado por los jurados del Reino su procurador en Roma. Esta circunstancia también fue aprovechada por la Universidad Luliana que le encargó la ardua tarea de seguir impulsando el proceso de canonización de Ramon Llull desde la Ciudad Eterna. Mosén Bartomeu Llull llegó a Roma en 1595 y residió allí durante doce años. En 1608, fue nombrado canónigo penitenciario -por lo visto un cargo que acarreaba grave responsabilidad- de la catedral de Mallorca, por lo que se trasladó a Palma ese mismo año. La noticia de su regresó produjo gran alegría en la isla, "especialmente entre los partidarios y defensores del bienaventurado Ramón Llull".

No hay tiempo en detallar todos los proyectos que impulsó mosén Bartomeu: la construcción de la capilla y retablo de Ramon Llull en Sant Francesc de Palma (capilla del Beato Ramon Nou); construcción del nuevo templo de Lluc; cofundador del convento de Sant Bartomeu de Inca, ses Minyones de Palma... Ahora nos detendremos en aquel que puede considerarse su proyecto más importante y al que dedicó sus mayores esfuerzos: el colegio luliano de Nostra Senyora de la Sapiència.

Ya en la segunda mitad del siglo XVI rondaba la idea de crear un colegio para estudiantes pobres que quisiesen ordenarse sacerdotes. En 1589 los jurados del reino de Mallorca habían dirigido al papa Sixto V una súplica: "Cosa convenient i necessària se instituís una confraria en la capella de l´Àngel Custodi de la Seu, per ajuda i costa de un col·legi en el qual se sustenten alguns estudiants que han de ser eclesiàstics, a imitació de los col·legis que en Rome edificà lo papa Gregori XIV". Es probable que este proyecto no llegara a buen puerto, pues nada más se supo tras la súplica. Ahora bien, la creación de este colegio seguía siendo necesaria. Mosén Bartomeu Llull, consciente de ello -él mismo provenía de una familia humilde y conocía la problemática de los estudiantes sin recursos- decidió llevar a cabo la fundación del colegio, institución que, según criterio del propio fundador, debería tener un marcado carácter luliano y sus alumnos deberían iniciarse en el estudio de l´Art General.

En primer lugar, ofreció como solar del nuevo colegio su propia casa -en la plaza de Sant Jeroni-, a la que agregó otras de contiguas adquiridas con el objeto de construir el colegio. Inició las obras para adaptar el edificio a su nueva función, y mientras tanto, solicitó a Urbano VIII el permiso para la creación del colegio. La bula fue concedida en Roma el 6 de octubre de 1629 y en ella el papa otorgaba "cada uno de los privilegios, libertades, inmunidades, exenciones, prerrogativas, concesiones, indultos y gracias, así espirituales como temporales de que disfrutaban los colegios mayores semejantes a éste, que a la sazón estaban ya fundados en España". El obispo de Mallorca autorizó la fundación del colegio en 1633. Mosén Llull, preocupado por la pervivencia del colegio en el tiempo, lo dotó de las rentas necesarias para proseguir las obras y su normal funcionamiento. Y, repentinamente, mientras se ocupaba de estos asuntos, le sobrevino la muerte, por lo que el perseverante lulista se quedó a las puertas de poder ver su sueño cumplido.

Finalmente, el 1 de octubre de 1635 entraron los seis primeros estudiantes: Gabriel Cerdà, de Campos; Rafel Fullana, de Manacor; Cristòfol Obrador, de Felanitx; Jaume Gornals, de Pollença, y Miquel Feliu, de Artà. Fue nombrado rector del nuevo colegio, mosén Joan Jaume. Estos estudiantes se diferenciaban por llevar una beca roja, a diferencia de la azul que llevaban los estudiantes del seminario de Mallorca.

La Sapiència empezó a funcionar, y le debieron ir bien las cosas pues durante los años posteriores se fue ampliando el colegio, adquiriendo las casas colindantes. Quince años después de su fundación, Vicente Mut, en su Crónica del Reino dejó escrito: "Salen insignes filósofos y teólogos del colegio que fundó el canónigo Bartomeu Llull, junto a las jerónimas". El bello portal de acceso -con la efigie del fundador- y el claustro fueron construidos a principios del siglo XVIII. En aquellos momentos la biblioteca llegó a tener más de trescientos volúmenes de filosofía y teología. También había gran número de obras lulianas, algunos códices y manuscritos de gran valor y mérito.

Las dificultades llegaron a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. Todo empezó con la política antilulista del obispo Juan Díaz de la Guerra. La Sapiència, estandarte del lulismo, pronto se vio atacado por el episcopado, hasta el punto que estuvo muy cerca de la desaparición. Pero sobrevivió. Durante todo el siglo XIX tuvo que seguir sufriendo ataques continuados por parte de diferentes instituciones (el ejército, la Sociedad Mallorquina de Amigos del País, la hacienda pública...) pero siempre logró salir airosa, gracias muchas veces a la intercesión de su protector natural: el Ayuntamiento de Palma.

No es gratuito que en 1880, la Societat Arqueológica Lul·liana se fundase y tuviese como sede la Sapiència, uno de los centros lulianos más destacados de Mallorca. La institución se tuvo que cerrar en 1970 por falta de alumnos. Fue entonces cuando el edificio se transformó en un centro de acogida de pobres y marginados, hasta que en 1985 se trasladó allí el Seminario Mayor.