El Ayuntamiento de Palma cerrará el servicio de mediadores interculturales, mediante el que se ayudaba a la integración de los inmigrantes. El motivo es que la competencia será transferida al Govern balear mediante un convenio de colaboración.

Según explicó ayer el portavoz municipal, Julio Martínez (PP), hasta ahora siete trabajadores contratados por el consistorio realizaban la tarea de intermediación. Tras transferir el programa al Ejecutivo autonómico, serán cinco los mediadores que pagará el Govern.

Por parte de la oposición, la regidora del PSOE Guadalupe Pulido "el despido supone en la práctica la desaparición del programa municipal de convivencia, que se añade a la supresión de los educadores de calle, de los orientadores laborales y del resto de recortes que el gobierno Isern ha infligido a los colectivos vulnerables".