La fundación Deixalles tiene nueva tienda en el Eixample de Ciutat. La inauguración ayer del establecimiento ubicado en la calle Arxiduc Lluís Salvador 62 supone la ampliación de los puntos de venta en el centro para cumplir la finalidad social de la entidad, ya que el local se suma al situado en la calle Blanquerna. Tras el éxito de esta tienda, que fue abierta hace poco más de un año, Deixalles decidió expandir el nuevo modelo de oferta.

Es diferente de la existente en la nave central, en Son Gibert, porque que "los productos de segunda mano tienen una mayor calidad y hay artículos creados a partir del reciclaje de diversos materiales", tal como explicó el coordinador de la delegación de Palma de la fundación, Ricardo Caamaño. El cliente al que van dirigidos los establecimientos del Eixample también difiere. "Quienes vienen no lo hacen por una necesidad básica, sino que la ropa, decoración y muebles que se venden son artículos con un valor añadido", en palabras del coordinador. En cambio, los que acuden a Son Gibert "buscan la ganga, el producto lo más barato posible para cubrir una necesidad inmediata", añade.

La apertura de dos tiendas en el centro tiene como objetivos "acercarse a la ciudadanía, ya que la nave está en el extrarradio (calle Cedre número 9), y lograr ser autosuficientes", según indicó Caamaño.

La presidenta de Deixalles, Xisca Martí, concretó que ampliar los puntos de venta permite tener "más ingresos para continuar la labor de inserción sociolaboral que lleva a cabo la fundación". "Con la crisis hay muchas menos subvenciones, por lo que había que pensar cómo obtener una mayor rentabilidad realizando el mismo o incluso más trabajo", tal como explicó sobre el origen de las tiendas de Blanquerna y Arxiduc. Lo dijo porque, pese a la reducción de ayudas públicas, las administraciones demandan a la entidad sin ánimo de lucro que inserten laboralmente a más personas en riesgo de exclusión social.

El éxito del establecimiento situado en la calle peatonal les ha animado a continuar en la misma línea y ya están pensando en una tercera tienda en otro barrio. A las existentes llegan la ropa y muebles en mejor estado, que son seleccionados previamente en la nave de Son Gibert.

"La población ha entendido el cambio de chip, es decir, que los productos de segunda mano son tan dignos como los nuevos y, en el caso de Deixalles, cuentan con el añadido de que su importe se destina a una finalidad solidaria". Además, concluye el coordinador de Palma, "tienen un objetivo medioambiental, ya que todo se reutiliza, nada se tira".