Santiago Adrover, uno de los policías locales de Palma que recibió las preguntas del examen para ascender a oficial, fue el único de los tres opositores que reconoció que había copiado. Dijo que recibió las preguntas de su compañero Tomás Mas (también imputado) y que las tuvo mucho antes de que recibiera el correo electrónico, enviado desde el ordenador del exdirector de Seguridad Ciudadana, Enrique Calvo, que contenía siete de las diez preguntas de la prueba. Adrover dijo que era militante del PP y que recibió esta información porque Vera pretendía que agentes afines al partido ocuparan puestos claves en la Policía, para aplicar un nuevo modelo de seguridad en Palma. Dijo que no era consciente de que hubiera abierto el correo, pero en cualquier caso no necesitaba leer al documento, porque hacía más de una semana que disponía de la información.

Esta versión del policía, que en estos momentos está suspendido, se enfrenta a la versión que ayer defendió ante la juez el exjefe de la Policía Local, Antonio Vera. El intendente aseguró que no participó en esta trama, nunca filtró ningún examen, ni tampoco conocía que se hubiera facilitado esta información a una serie de opositores. Vera, que no quiso responder a la pregunta de si está afiliado al PP, insinuó que una persona desconocida (no aportó ningún nombre) pudo entrar en el sistema informático de la Policía Local de Palma y realizar una manipulación para implicarle en la trama. Apuntó que detrás de esta operación podría estar algún líder sindical, pero tampoco dio ninguna prueba concreta. Lo que sí aportó fue un informe, realizado por técnicos del Ayuntamiento de Palma, en el que se cuestiona la seguridad del sistema informático del cuartel de Sant Ferran. Vera centró su defensa en cuestionar la seguridad informática, asegurando que todos los policías, desde cualquier ordenador del cuartel, podían acceder al sistema, hasta el extremo de entrar en la cuenta de correo personal de un responsable y enviar correos como si fuera el titular de la cuenta electrónica.

En su larga declaración, el intendente de la Policía Local también defendió su actuación como presidente del tribunal que examinó a los opositores. Negó que tuviera un interés político para ascender a los policías afines al partido que le había nombrado jefe de la Policía y aseguró que detrás de todo este caso se escondía un interés sindical.

Ataque al fiscal

Sin embargo, antes de terminar su declaración, Vera puso en duda la imparcialidad del fiscal Anticorrupción, Miguel Ángel Subirán. Tras señalar que mantenía una estrecha amistad con uno de los representantes sindicalistas que le había denunciado, aseguró que antes de que saltara esta operación el fiscal le había visitado en su despacho para tratar un asunto personal. Denunció un problema de ruidos que estaba sufriendo en la calle donde reside y se quejaba de la actuación de la Policía Local. Según Vera, Subirán había presentado esta denuncia porque no había atendido sus quejas.

El fiscal respondió de inmediato a estas acusaciones. Confirmó que, en efecto, esta visita había existido, que tenía este problema, y que hacía dos lustros que daba clases en el cuartel de Sant Ferran, por lo que conocía a casi todos los agentes de la plantilla. Subirán aseguró que si dudaba de su imparcialidad había métodos legales para recusarle.

Por su parte, el ex director general de Seguridad Ciudadana, Enrique Calvo, también negó que hubiera filtrado las pruebas del examen. Denunció que alguien desconocido había entrado en su correo personal aprovechando la fragilidad del sistema.