­Es un clásico. Las nubes en verano se traducen en Palma en un pequeño colapso. La masiva afluencia ayer de turistas al centro de Palma provocó atascos y retenciones en accesos a la ciudad así como en las calles principales del centro.

Desde las 11 y hasta poco más de las 14.00 horas, el tráfico de entrada a Palma por la autopista del aeropuerto fue al ralentí ante el colapso de vehículos, aumentado a su vez por las obras de la fachada marítima de Llevant.

Otra estampa habitual del verano urbano es la cola de entrada al aparcamiento del Parc de la Mar, que en estas fechas se queda pequeño al ser el elegido por los turistas que visitan Palma.

Sumar la llegada de un crucero que permitió la bajada de sus cruceristas a pasear y hacer compras en esta escala.

La Policía Local reforzó su presencia en las zonas de Antoni Maura, la plaza de Joan Carles I, la avenida de Jaume III y el paseo de Mallorca, los focos de atracción turística al concentrar el mayor número de comercios y de monumentos. La Catedral es el icono más buscado, junto al castillo de Bellver.