Los vecinos de Establiments volverán a tener actividades en el Casal de Barri, que lleva dos años cerrado. La asociación vecinal estudia abrir una guardería en el centro sociocultural situado en la carretera de Esporles y ofrecer clases de repaso a los niños de este pueblo palmesano, tal como explicó ayer el presidente de la entidad, Josep Forteza. Ante la falta de subvenciones por parte del Ayuntamiento, cuentan con la colaboración desinteresada de tres maestros que darán clases de inglés, matemáticas y refuerzo escolar en general.

El objetivo de la asociación de vecinos de Establiments es abrir el Casal de Barri en mayo, pese a que la guardería está pendiente de saber si el seguro cubre esta iniciativa. Una vez resuelto dicho trámite, comenzará el plazo de inscripción y, dependiendo del número de niños, se contratarán a los monitores.

Otras de las actividades que también tienen previsto ofrecer en breve son clases de ball de bot, baile de salón, guitarra, teatro, decoración, cocina y masajes, según enumeró el presidente de los vecinos. Tras una reunión a la que asistieron una decena de monitores interesados en ofrecer estos talleres, la asociación está dispuesta a sacar adelante este Casal de Barri construido en 2007 y que lleva dos años cerrado.

Centro de salud

Por otra parte, la entidad vecinal pide al Ayuntamiento y el Govern que lleve a cabo la propuesta de trasladar al primer piso del casal el actual centro de salud, ya que se encuentra en una ubicación problemática. Forteza recordó que está en la carretera principal junto a una curva muy peligrosa y que quienes tienen que acudir en silla de ruedas a esta unidad básica de salud deben hacerlo por la propia carretera. Además, las instalaciones son pequeñas, añadió.

La asociación de vecinos lleva años reivindicando el cambio y tanto el consistorio palmesano como la conselleria de Salud se muestran de acuerdo, aunque aún no han modificado el Plan General de Ordenación Urbana para que el Casal de Barri acoja un equipamiento sociosanitario ni tienen un presupuesto para adaptar el primer piso.

Falta de aceras

Otro problema grave que sufren los residentes de este pueblo del norte de la ciudad, limítrofe con Esporles, es la falta de aceras en muchos tramos de la carretera principal, una reivindicación histórica que ningún equipo de gobierno municipal ha tenido intención de cumplir.

Sin embargo, durante este mandato, Emaya ha ofrecido la instalación de alcantarillado en zonas que no tiene a cambio de que los afectados adelanten el dinero, que se les descontará del recibo del agua. Según Forteza, "se ha apuntado menos de una decena de viviendas ubicadas junto a unos 300 metros de acometida, aunque el resto no lo ha hecho porque es gente mayor que no tiene capacidad económica. Aquí estamos pagando una contribución urbana, como en la ciudad, pese a que hay zonas en las que no tienen los servicios de agua ni alcantarillado".