Servicios Ferroviarios de Mallorca (SFM) pondrá en marcha el próximo miércoles una línea de metro que supondrá duplicar el número de enlaces ferroviarios entre Palma y Marratxí y que permitirá reducir en seis minutos la duración de los trayectos entre la capital e Inca y Sa Pobla.

El conseller de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, Biel Company, ha informado esta mañana del "plan de eficiencia ferroviaria" puesto en marcha por su departamento, que conllevará también la reducción en un 25 % de las frecuencias del metro que une el centro de Palma con el campus universitario.

Estas modificaciones, que según el director de SFM, José Ramón Orta, permitirán un ahorro anual de 100.000 euros por el mejor aprovechamiento de los recursos personales y energéticos, se realizan con el propósito de adecuar "la oferta a la demanda", ha subrayado el conseller.

La nueva organización representa un incremento de los servicios de tren y metro del 28 %, al pasar de 113 a 145 salidas por sentido cada día laborable.

Desde el miércoles próximo, la nueva línea de metro M2 enlazará en 14 minutos Palma con Marratxí tres veces a la hora, con parada en todas las estaciones intermedias, hasta sumar 48 servicios diarios por sentido.

Funcionará entre las 5.56 y las 22.00 horas de lunes a viernes y su puesta en marcha supondrá la supresión de los trayectos procedentes de Inca con paradas entre Marratxí y la estación intermodal de Palma.

Esto supone la citada reducción de los trayectos en seis minutos en las conexiones entre semana, con lo que el recorrido entre Palma e Inca se realizará en 28 minutos y entre la capital y Sa Pobla se tardarán 48 minutos.

Esta oferta se suma a las tres frecuencias diarias exprés (25 minutos) entre la capital del Raiguer y Palma durante las horas punta matinales, cuya única parada intermedia es Marratxí.

Company ha expresado su confianza en que con estas mejoras se incremente el número de usuarios de los servicios de SFM, pero ha descartado que la reducción de las rutas del metro a la universidad vaya a tener el correspondiente efecto negativo, porque se mantienen las frecuencias en las horas de mayor demanda.

El conseller ha recordado que la afluencia anual entre Palma y Marratxí es de 723.000 viajeros, mientras que los trayectos de Palma a Inca dan servicio a 3,2 millones de usuarios y el metro a la UIB lo emplean 1,3 millones de personas.

Con estos datos globales, y teniendo en cuenta la amortización de inversiones, a su juicio equivocadas, llevadas a cabo en la anterior legislatura, el coste real por trayecto de cada viajero es de 13,4 euros, frente al euro que cuesta de media un viaje de autobús, según ha destacado Company.

Ha esgrimido estas cifras para argumentar contra el proyecto ferroviario Manacor-Artà, promovido por el anterior Govern de izquierdas, un plan paralizado del que aún quedan por pagar unos 4 millones de euros a propietarios de terrenos expropiados.

Para el conseller es prioritario pagar esta deuda y electrificar las líneas entre la estación de enlace de Inca y Sa Pobla y Manacor, un proyecto sin fecha de realización dada la dificultad para financiar los 52 millones de euros de coste estimado, ha admitido.