Además de los cambios en el edificio, las paradas del mercado también se van renovando con el tiempo. Según explicó ayer el gerente del Olivar, Joan Carles Moll, "el público cada vez pide más lugares donde comer dentro del mercado y más puestos de comidas preparadas". "Es la nueva tendencia y tiene mucha demanda", resaltó.

Uno de los puntos que han estrenado en los últimos meses es un espacio gastronómico, situado en la primera planta, donde Moll anunció que se realizarán cursos de cocina y demostraciones en directo sobre cómo manipular los productos del mercado.

"El mercado del Olivar, por su gran tamaño, ha de apostar por ser un lugar de ´one stop´, es decir, que permita a un cliente que haga toda su compra en el recinto, y por ampliar la superficie que dedica al ocio", dijo Moll.