Los portavoces vecinales de los barrios situados junto al mar se echan las manos a la cabeza con la propuesta de la entidad en defensa de los animales Baldea, que insta a Cort a que los perros puedan ir sin correa por la playa. Sin embargo, "para que todos podamos compartir los espacios públicos", Baldea especificó ayer que la iniciativa puede limitarse a las playas urbanas en las que no hay banderas azules. "Las que tienen bandera son las mejores de Palma, por lo que pueden ser exclusivas para las personas, pero habría que permitir que en el resto pudiesen pasear y correr los perros libremente", según afirma la portavoz de Baldea en la comisión para la creación de espacios de ocio canino, Nieves Martín.

El presidente de la asociación vecinal Born del Molinar, Miquel Obrador, lamenta que "les das la mano y te cogen el brazo". Hace referencia a la aprobación del pleno municipal por unanimidad de crear una zona de baño para perros en es Carnatge, es decir, entre las playas de Ciutat Jardí y Cala Estància, ambas excluidas. Obrador aplaude esta medida, porque los canes "necesitan sitios de esparcimiento, tanto en tierra como en el agua, aunque con una zona de baño para ellos es suficiente. No hay que pasarse", destaca. El paseo situado en la primera línea del Molinar es uno de los lugares de esparcimiento preferidos por una gran cantidad de palmesanos. "Muchos de ellos se llevan a su mascota, por lo que imagínate que estuviesen sueltas molestando a niños, peleándose con otros perros y haciendo sus necesidades, que luego sus amos no recogen. Esta nueva idea es inadmisible", concluye.

Lo mismo opina el presidente de la asociación de la Platja de Palma, Francisco Nogales. Pese a que no está permitido, asegura que hay dueños de perros que los llevan a la playa por la mañana y dejan allí sus excrementos. "El problema de fondo de todo esto es la mala educación de muchas personas, porque si todos fuesen responsables, el Ayuntamiento no tendría necesidad de aprobar tantas limitaciones".

Cuatro propietarios de perros consultados coinciden en que "el problema no es la playa, sino la falta de respeto de algunos amos, que deberían tener más cuidado", critica Nil Lassnig, que en invierno lleva a Guinness, su pastor mallorquín, a una zona de rocas del sur de la isla porque "le encanta el agua". Según destaca Juan Zaragoza, propietario del mestizo Rudy, "hay que aplicar la misma teoría en las playas que en los parques, es decir, el respeto absoluto a los demás". Con esta premisa por delante, está a favor de que se aumente el número de zonas de baño para canes en la costa, como Aurora Ramos, ama de un podenco ibicenco llamado Lluvia. Apuesta por la iniciativa de Baldea, aunque "estando muy atentos a las personas que hay en las playas, porque a lo mejor no les hace gracia compartir este espacio con animales". Por este motivo, el dueño del yorkshire Kual, José Vázquez, insta a usar los arenales "cuando no haya gente, a primera y última hora".

El bosque de Bellver

Otro lugar propuesto para dejar sueltos a los canes es el bosque de Bellver, un hecho que ya se produce en algunos casos pese a estar prohibido. "Por razones de seguridad, es mejor que vayan con correa, porque puede haber peleas y molestias a los demás paseantes", según el presidente de la asociación de vecinos de El Terreno, Ángel Doménech, que tiene perros y le encantan, pero habla en nombre del "bienestar general, ya que hay perros muy pacíficos, pero otros no". Desde Baldea, Nieves Martín reconoce que no es recomendable dejar sueltos a los canes en cualquier lugar del bosque de Bellver, pero recuerda que "hay diversas rutas y se podría aprovechar una de ellas para este fin, ya que uno de cada cuatro palmesanos tiene perro y el Ayuntamiento tiene la obligación de ofrecerles lugares de esparcimiento".

Los dos grupos de la oposición, PSOE y Més per Mallorca, han presentado iniciativas en este sentido. "En la anterior legislatura impulsamos la creación de zonas de esparcimiento para perros, aunque siempre siguiendo las recomendaciones de los técnicos, que pusieron reticencias a las playas y al bosque de Bellver", en palabras de la regidora del PSOE Begoña Sánchez. Para Marisol Fernández, de la coalición Més, es necesario "normalizar de forma paulatina la convivencia con los canes para que puedan estar en las playas, los autobuses de la EMT y las oficinas municipales, por ejemplo, como recoge pero no desarrolla la ordenanza".