­El óxido, el caracolillo, el barro y el alquitrán cubrían toneladas de desechos depositados en los contenedores abarrotados hasta reventar. Entre las curiosidades ya inservibles encontradas en el fondo del mar había bicicletas, un radiocassete, una decena de carros de la compra utilizados antaño para trasladar material pesado a los barcos, tres baterías grandes y, lo más sorprendente, 70 neumáticos, de los que unos 40 estaban juntos. La treintena de voluntarios que el pasado fin de semana limpió el fondo de la dársena del Real Club Náutico de Palma no consiguió averiguar su origen, aunque los retiraron de inmediato.

Antiguamente, era bastante habitual colocar neumáticos en los pantalanes para amortiguar posibles impactos de los barcos, tal como explica el gerente del Náutico, Jaime Carbonell. Sin embargo, fueron prohibidos por la contaminación que causaban, aunque los caídos al mar seguían ahí hasta que los voluntarios los sacaron. "Nos ha extrañado que hubiese unos 40 juntos en una zona alejada del puerto, ya que no sabemos si han sido arrastrados por las corrientes o que alguien los tiró allí hace años", especifica el capitán de puerto del Club Náutico, Cristóbal Montojo.

Concienciación

Para él, lo más importante de esta labor de limpieza es "que los usuarios se conciencien de que todo el material que lanzan al mar es contaminante". Llevan haciendo esta jornada solidaria desde hace siete años y en ella participan trabajadores del club, socios, cuatro o cinco parejas de buceadores aficionados y los dos buzos profesionales de esta zona del puerto de Palma.

Como novedad este año, los dos profesionales realizaron un trabajo previo durante los dos meses anteriores. "Bucearon en aguas más profundas y fueron trasladando todo lo encontrado en el fondo de la dársena para depositarlo a pie del pantalán", tal como detalla Montojo. Así, los voluntarios pudieron extraer una mayor cantidad de material que en otras ocasiones.

"Esto no quiere decir que los clientes del Náutico sean menos respetuosos con el mar que los socios de otros clubes, sino que somos los únicos que hacemos esta tarea de limpieza anual. La suciedad en los puertos de la isla es un estigma que se debería ir corrigiendo con concienciación e iniciativas como ésta", destaca el capitán de puerto.

Respecto a la fecha elegida, "siempre aprovechamos este mes por las famosas calmas de enero, cuando el tiempo es apacible y las aguas están más transparentes, para que los buceadores puedan encontrar fácilmente lo tirado al fondo del mar". Sin embargo, en muchos casos lo tuvieron difícil, debido a que había material que llevaba años semienterrado a la espera de que alguien lo sacase.