El Govern ha rechazado que el ayuntamiento de Palma asuma la imposición de sanciones a los particulares que incumplen la normativa sanitaria tendente a la erradicación del picudo rojo que afecta a las palmeras. El teniente de alcalde de Infraestructuras, Sebastià Sansó, lamentó la decisión del Ejecutivo autonómico por cuanto, a su entender, supondrá la ralentización de la lucha contra esta plaga que afecta ya a la práctica totalidad de los ejemplares de palmera datilera y canaria.

La negativa se produce en un momento en el que el cambio de estrategia municipal para luchar contra la plaga, consistente en aplicar un tratamiento fitosanitario con productos autorizados a los ejemplares afectados está dando buenos resultados.

Por ello, desde el departamento de Parques y Jardines se recomienda también a los particulares la utilización de estos productos, dado que en el último trimestre del año pasado se observó un importante incremento de las palmeras privadas afectadas.

Hasta el momento, el Ayuntamiento ha catalogado más de 9.598 palmeras situadas en zonas públicas municipales, además de ampliar al ámbito geográfico inicial de actuación preferente que era el Casco Histórico y lo ha extendido a la fachada marítima hasta el final del término municipal en un radio de cinco kilómetros.

La segunda fase, ya finalizada, ha incluido también la inspección de las palmeras incluidas en este ámbito, hecho que determinó la constatación de la existencia de afectación del picudo a los ejemplares de palmera datilera, especie que hasta el momento se creía más resistente que la canaria.

Ahora se está ejecutando la tercera fase del plan de actuación, que consiste en la realización del diagnóstico de las palmeras municipales, completando la depuración del censo, con el fin de asegurar la inclusión de la totalidad de los ejemplares en el nuevo ámbito de protección ampliado.

Los técnicos que realizan la inspección han asistido previamente a un curso de formación en el diagnóstico precoz del picudo rojo. La actuación está avalada por los éxitos y la experiencia probada sobre la extinción de la mayor parte de los focos activos de picudo en la Comunidad Canaria. Una vez culminada la inspección de todas las palmeras datileras municipales se procederá al adelanto de la campaña de poda, momento en el que se aprovechará para revisar las copas.

Desde que en el último trimestre de 2011 el Ayuntamiento detectó un significativo aumento de ejemplares afectados se procedió al cambio de la estrategia seguida hasta aquel momento.

En concreto, se empezaron a utilizar tratamientos fitosanitarios autorizados en lugar de la lucha contra el escarabajo empleando gusanos nematodos, como se hacía con anterioridad, además de profundizar en el conocimiento de lo que estaban haciendo con éxito otras administraciones, como la canaria.

Tras la visita realizada por los técnicos a la Comunidad Canaria se concluyó , entre otras cuestiones, que era necesario realizar un censo de todas las especies que pueden ser potencialmente atacadas por el insecto, la necesidad de mejorar la comunicación implicando a los particulares, además de reforzar la inspección y el seguimiento de la plaga.

Cort calcula que el patrimonio municipal de palmeras se sitúa entre los 4 y 7 millones.