Los usuarios de las piscinas municipales que cerrarán sus puertas a partir de enero -las de Sant Jordi y Son Roca- para ser otorgadas en concesión a una empresa privada se muestran indignados con la decisión del Ayuntamiento. Consultados ayer en las instalaciones situadas en la zona de Llevant afirmaron que ya sufrieron el recorte horario con el cierre matinal los martes y jueves, por lo que la clausura a partir de enero "es la gota que colma el vaso para desapuntarse del IME", en palabras de Simón Águila.

El Institut Municipal d´Esports ha adoptado esta medida porque las citadas piscinas son las que tienen una menor afluencia de usuarios. "Entreno aquí debido a que es tranquilo, a diferencia de las piscinas de Son Hugo, que son insufribles y ahora se colapsarán todavía más", según denuncia este afectado. Preguntado por las alternativas de las piscinas de Son Ferriol y s´Arenal -las más cercanas-, cree que también se llenarán, por lo que ha tomado la decisión de no renovar su bono del IME.

No llegarán a ese extremo las residentes en Sant Jordi Nani Rodríguez y su hija Aina, sino que se resignarán a "coger el coche para ir a nadar a alguna de las más próximas", tal como explican. "La natación es lo que más me gusta y no pienso dejarlo por una decisión política", destaca Nani. Y reprocha la inminente privatización: "Ya sabemos lo que significa, precios más altos, equivalentes a los de los centros privados", critica.

Rodríguez recuerda que otros recortes del IME, además de la reducción horaria y el cierre final, han afectado a los discapacitados. Resulta que las instalaciones de s´Arenal (Toni Servera) ofrecían cursillos de natación para estas personas y "el pasado junio los suprimieron por los recortes", por lo que su hijo, que padece problemas neurológicos, se ha quedado sin esta oferta.

Otra de las usuarias habituales de la piscina de San Jordi, Lucía, opina que "el problema viene de la época del boom urbanístico, cuando los políticos decidieron construir numerosas piscinas y no midieron las consecuencias", en referencia al mantenimiento que suponen las instalaciones de este tipo.

Su alto coste y la reducción del presupuesto de Deportes fueron los argumentos que el concejal, Fernando Gilet, explicó a una representación de vecinos de Sant Jordi durante una reunión el lunes para hablar de la clausura de su piscina municipal.