Los primeros en el cementerio con flores para Tots Sants, los que ayer se acercaron a Son Valentí, evitaron las aglomeraciones que se prevén para hoy. A pesar de la jornada desapacible, con lluvia intermitente durante la mañana y viento todo el día, la afluencia al camposanto municipal fue continua, aunque en el interior la tranquilidad era absoluta. "No queremos venir y encontrarnos el barullo típico del día de los Santos Difuntos. Por eso todos los años traemos las flores el 31 de octubre", explican Antònia Font y Manuel Reyes tras dejar un ramo en el nicho de los padres de él y disponerse a llevar otro al de los padres de ella.

Lo mismo hicieron Catalina Mir y su familia, quienes siempre que pueden eligen el día previo a Tots Sants porque "no hay tanto jaleo". Pese a que muchos opinan lo mismo y por ello acuden antes de la tradicional jornada, ayer estaba "menos concurrido que otros años, tal vez debido al mal tiempo", supuso Catalina.

El viento provocó la caída de algunos ramos de flores, pero "nada que ver con lo que sucedió en el 2007", recuerdan Antonio Rosell y Juana Camps, que ese año sufrieron las consecuencias del temporal que destrozó una gran parte del cementerio viejo de Palma. "A nosotros nos cayó un árbol sobre la tumba, una de las más antiguas que hay, y quedó hecha polvo", destacan.

La combinación de viento y agua de ayer provocó que Charo tuviese más trabajo del habitual a la hora de limpiar las tumbas de su familia política, los Tarongí y Fuster, ésta situada en el llamado Jardín de la Esperanza. "Otros años venimos dos personas el día antes para dejarlo arreglado y con flores para la jornada de Tots Sants, cuando viene toda la familia. Sin embargo, esta vez he venido sola, porque mi cuñada no podía, y mira qué sucio", se quejaba sobre el barro formado con la lluvia. También encontró una gran cantidad de piedrecitas sobre las tumbas, aunque estaba equipada con escoba, fregona, cubo, trapo y jabón para dejarlo todo reluciente. El agua para la limpieza procede de los grifos repartidos por el cementerio y un día como hoy es muy utilizada e incluso se llegan a formar colas para llenar los cubos, al igual que para usar las escaleras.

Vacío todo el año

"Yo no vengo hoy [por ayer] para evitar la aglomeración de Tots Sants, sino porque lo hago cada semana", afirma una mujer tras depositar flores en una tumba. Añade que no le interesa dicha tradición, porque lamenta que "el resto del año el cementerio está completamente vacío. Los domingos por la mañana, por ejemplo, no encuentras a nadie. Y en verano es peor todavía. Te impone mucho", destaca.

En cambio, hoy Son Valentí y los pequeños camposantos de Génova, La Vileta, Establiments y Sant Jordi estarán abarrotados, por lo que encontrar parking será una ardua tarea en hora punta. "Es muy difícil aparcar cerca de la puerta. Por eso venimos antes, ya que es más tranquilo, aunque la Policía Local tendría que dejar meter el coche en el cementerio, porque viene una persona mayor que apenas puede caminar", tal como critica la hija y corrobora la aludida madre frente a la tumba de la familia Aloy Socías.