­Los puntos negros de tráfico lejos de desaparecer van en aumento. En la ciudad surgieron el año pasado diez nuevos tramos en los que los accidentes con heridos son frecuentes.

Se trata de la rotonda del camí Jesús en la salida hacia el centro; Ma19 Costa des Gas en dirección a Llucmajor; plaza de España,7; Argentina esquina con la calle Caro; Alfons el Magnànim 87 (en la incorporación Ma20 Llevant); Manacor 101; la intersección entre Murta y Taronger;Manacor 72; la confluencia entre Joan Mascaró i Fornés y Camí dels Reis y Lluís Martí, 102.

A estos puntos hay que añadir tres que pueden considerarse reincidentes y no han podido eliminarse desde el año 2010. El primero es la carretera de Sóller (Ma-11) a la altura del Hipódromo (Ma-20) donde se han producido accidentes durante tres años seguidos por lo que se encuentra en la primera categoría de puntos negros. En concreto se registraron ocho con seis heridos durante el 2011. El mantenimiento de esta vía no es competencia municipal sino del Consell de Mallorca. Esta institución intentó solucionar el problema con la construcción de la rotonda existente cerca de la cárcel.

Costa del Gas

El segundo tramo con más siniestros es la avenida Gabriel Alomar, 33, en dirección al marítimo. Los vehículos adquieren mayor velocidad en la curva a la altura de la Costa del Gas antes del acceso a la autovía de Llevant. Durante el año pasado se contabilizaron 9 accidentes y cuatro heridos.

El tercer punto corresponde a la confluencia entre Aragón y Reina Violant cerca de Jaume Balmes donde se produjeron a lo largo de 2011 un total de cinco accidentes con un herido.

Un punto negro se puede definir como el tramo de la red de vías públicas en el que se concentra un mayor número de accidentes con la implicación de vehículos.

Las causas más comunes suelen ser la existencia de curvas peligrosas, los tramos con baja visibilidad y las intersecciones. En el caso de Ciutat es frecuente que se produzcan en las calles de incorporación del extrarradio al centro de la ciudad o, al revés, de salida del centro a la periferia. Como ejemplos encontramos las calles Manacor, Aragón, la carretera de Sóller, el camí de Jesús o la Costa del Gas en dirección a la autovía de Llevant.

Muchos conductores consideran los tramos de estas vías que transcurren por Ciutat como una carretera y exceden la velocidad máxima permitida de 50 kilómetros/hora que corresponde a las calles urbanas. Los informes de la Policía Local sobre estos tramos obligan al Ayuntamiento a aplicar medidas como una mayor vigilancia. En el caso de no reducirse el nivel de siniestralidad se puede optar por cambiar la estructura de la vía afectada como, por ejemplo, estrechar carriles para reducir la velocidad de los vehículos.

Otras intersecciones presentan problemas desde hace años aunque no consten como puntos negros. En la esquina entre Balmes y Nuno Sanç los vecinos reivindican a la concejalía de Movilidad la instalación de un semáforo para evitar los choques de vehículos por saltarse la señal de stop de Nuno Sanç. Los residentes recogieron cerca de mil firmas para reclamar medidas efectivas el pasado mes de julio a raíz de la muerte de un motorista en la calle Balmes después de que un conductor no respetase la obligación de parar en la esquina con Nuno Sanç.

En la barriada de sa Vileta también existen quejas por el exceso de velocidad que adquieren los vehículos en calles como Santa Ponça donde a finales de septiembre del año pasado una niña de tres años falleció aplastada por un turismo que perdió el control. La carretera de Establiments es otra vía conflictiva. Los residentes reclaman mejoras como la instalación de aceras, semáforos, pasos de cebra y badenes.