El viernes se cumplen 200 años de la comida más fastuosa celebrada en Palma. Reunió a entre 3.000 y 4.000 comensales pobres en el paseo de la Rambla. Fue presidida por obispos y autoridades civiles. Los bancos de las iglesias sirvieron como asiento a los comensales, mientras que frailes y sacerdotes actuaron como improvisados camareros. Ya publicamos un artículo dedicado a este acontecimiento, pero la efeméride redonda justifica que recordemos algunos datos y aportemos otros que entonces no se escribieron.

Aquel 24 de agosto de 1812, Bartomeu Valentí Fortesa, alias Moixina, un xueta con posibles, decidió celebrar la aprobación de la Constitución de Cádiz, la Pepa, invitando a comer a los palmesanos más desfavorecidos. Dos días antes del banquete, hoy hace 200 años, las autoridades mallorquinas habían jurado de forma solemne y festiva la Carta Magna más avanzada de su tiempo. La alegría popular se desbordó con la misma intensidad con la que dos años después se festejó la vuelta al despotismo que decretó Fernando VII: "Vivan las caenas". En 1820 se brindó con igual entusiasmo por el retorno a la senda constitucional. Moixina tenía dinero y varias razones para demostrar su felicidad pagando el opíparo convite. Su alineación con las corrientes liberales le aportó los motivos ideológicos. La supresión de la Inquisición colmó, además, una venganza familiar.

El Santo Oficio persiguió en 1677 y condenó dos años después a los ancestros de Moixina. Ocurrió que un grupo de judíos conversos a la fuerza seguía practicando su religión en un huerto situado fuera de las murallas y ubicado entre las actuales plaza de España y Porta de Sant Antoni. Los inquisidores descubrieron la sinagoga clandestina, detuvieron a los judíos, derribaron la casa y sembraron de sal el huerto.

Los servidores de la Casa Negra hicieron más. Para dejar constancia de su esforzada tarea en pro del Evangelio pero sin el Evangelio, la Inquisición levantó una columna en el huerto sobre la que puso una placa recordatoria del suceso... lápida que tomará el protagonismo en nuestro próximo artículo.