Está en la carretera de Manacor a su paso por Son Ferriol. A mano izquierda en dirección a Palma. Es un cartel publicitario, pero al contrario de los anuncios efímeros, lleva décadas inalterado. Probablemente está ahí desde los años 30 del siglo pasado. La silueta negra de un jinete sobre su caballo se perfila sobre un fondo amarillo en un mosaico cerámico. El lema es directo y claro: ´Abonad con Nitrato de Chile´. Es un icono de la publicidad tan clásico como el toro de Osborne, aunque ha levantado menos polvareda.

Ricardo L. Barbas explica en un estudio sobre esta publicidad que las propiedades de los nitratos como fertilizantes se conocen desde principios del XIX. Chile se anexionó en 1884 territorios de Perú y Bolivia que incluían el desierto de Atacama, donde se encuentran las mayores reservas de este abono natural. Las compañías británicas iniciaron la explotación de una materia prima que, además, se utilizaba para fabricar pólvora. Durante la I Guerra Mundial se alcanzaron las mayores cotas de producción, pero después del conflicto, la demanda cayó en picado. La empresa comenzó a desarrollar vastas campañas de promoción de Oriente a Occidente y de Norte a Sur.

Los anuncios como el de Son Ferriol, son un diseño de un joven estudiante de arquitectura llamado Adolfo López-Durán Lozano (1902-1988). Según el autor de estudio antes citado, tuvo que dibujarlo antes de 1929, año en que finalizó la carrera. El diseño se inscribe en las corrientes art-déco. La compañía Nitratos de Chile utilizó el tema en sus campañas para España y Portugal. Aparecía en calendarios, carteles y, sobre todo, en la paredes de casas situadas en la entrada de las ciudades, estaciones ferroviarias y almacenes agrícolas. En estos casos, en que se buscaba la permanencia del mensaje, se empleaban paneles cerámicos que tenían desde poco más de 40 piezas a un centenar.

Un dibujo sencillo, dos colores, un mensaje directo... El jinete saluda desde hace 70 años a quienes llegan a Palma. Un icono de la publicidad y del diseño al que nuestras autoridades tendrían que brindar la misma protección que al toro de Osborne.