Ciutat celebra hoy la festividad de la Asunción de la Mare de Déu. Un total de 13 templos muestran, hasta el 22 de agosto, los lechos y catafalcos de la Virgen yacente. La exposición es el acto principal de la jornada festiva, junto a otras devociones que se organizan durante todo el día, como procesiones y novenas. Entre las iglesias más representativas que expondrán los lechos cabe destacar la Seu, así como también las de Sant Jaume, Sant Miquel, Santa Creu, Sant Francesc o Sant Nicolau, entre otras.

Los primeros feligreses empezaron ayer a realizar un recorrido por los templos con el fin de venerar a la Mare de Déu. Los turistas que realizaban un recorrido por el centro histórico miraban con atención los llits de las vírgenes dormidas. Ni tan siquiera los que venían de la península comprendían qué hacía una lecho de grandes dimensiones en la mitad de la capilla. "¿Qué significa?", preguntó una joven a una señora mayor. "Es la Asunción de la Madre de Dios", le respondió.

La Assumpció es una fiesta muy sentida por la comunidad cristiana de Mallorca, que había caído en el olvido durante parte del siglo XX. Sin embargo, en la última década se ha recuperado esta tradición, que data del siglo XIV y que se acentuó durante el Barroco.

La escenografía de la Virgen María yacente, velada por apóstoles y ángeles, rememora la tradición, que simboliza que, tras su muerte, la Mare de Déu subió al cielo en cuerpo y alma, en emulación a la muerte y resurrección de su hijo Jesús.

La historiadora y miembro de ARCA Marga Pujol explica que esta vocación mariana empezó a extenderse entre el siglo XIV y mediados del XV. La Catedral fue el primer templo en albergar la escenografía de la Virgen dormida y posteriormente la costumbre se desarrolló en un gran número de iglesias de la ciudad y de la part forana. "Se trata de una tradición típica de Mallorca", destaca.

Estilos de lechos

Las iglesias muestran diversos tipos de lechos y catafalcos que se adaptaron según el estilo artístico de la época. Desde el arte gótico hasta el neoclásico, pasando por el barroco, tal y como detalla. La historiadora resalta que durante el siglo XX gran parte de las parroquias dejó de instalar los llamados llits de la Mare de Déu debido a la disminución del entorno social que arropaba a la liturgia. "Montar las estructuras requiere un trabajo y esfuerzo que se convierte en tarea muy complicada ante la falta de personal", aclara.

ARCA, junto a la Fundació Amics del Patrimoni, con el objetivo de recuperar la esencia de la festividad, reúnen voluntarios para llevar a cabo el montaje de los lechos y catafalcos.

La asociación proteccionista movilizó el lunes a un grupo de voluntarios para montar el Llit de la Mare de Déu Morta de la iglesia de la Santa Creu. Ayer, martes, en Sant Jaume otro grupo instaló la imagen de la Virgen, una escultura neoclásica esculpida por Adrià Ferran.