Ya lo decía uno de esos multimillonarios tiburonescos: ahora es el mejor momento para invertir en España. Lo que significa que con el palo y la zanahoria de los puestos de trabajo, se puede conseguir casi todo en un país deprimido y catrastoficado. Así ocurre con el lamentable episodio del Eurovegas, con los irrisorios parques temáticos, y cualquier mega-proyecto disparatado de igual jaez.

Me asombra la pérdida del sentido común más elemental, del tan cacareado "seny". Como ha ocurrido con la atención dispensada a ese esperpéntico proyecto para el puerto de Palma. ¿Es que nadie ha tenido en cuenta el patrimonio monumental y paisajístico que representa la imagen marina de la ciudad? Esa misma que vio Ramon Llull al exhalar su último suspiro, repetida en cuadros y grabados, con su sklyne de la Seo, campanarios, tejados, murallas y las montañas al fondo.

Esa vista centra por cierto toda la arquitectura litoral, ya que los edificios buscan siempre el panorama de la catedral y el mar. Es el emblema de la ciudad. Su primer valor.

¿Cómo alguien en sus cabales puede pensar que eso se convierta en un aparcadero de trasatlánticos, que no sólo alterarían la escala de proporciones sino que taparían directamente tal paisaje secular? ¿En qué cabeza cabe llenar ese espacio del espejo marítimo –por cierto ya bastante maltratado– de edificaciones impactantes? ¿Más centros de convenciones cuando el Palacio de Congresos es un fantasma renqueante que no encuentra solución y el edificio de Gesa sigue vacío y sin utilizar?

Todos los días se habla de crisis, de prima de riesgo y de otras zarandajas. Pero padecemos un problema superior. De nada sirven la prima de riesgo o el índice Ibex si no existe sensibilidad, inteligencia, rigor, cultura y defensa de los valores más esenciales. Basta con el "seny" más básico.

Proyectos como este tal vez sirvan para un gag de Polònia, pero son de un oportunismo y una insensatez impresentables. Como la torre en forma de talaiot que el ínclito señor Grande quería construir en su día.

¿Tan difícil es percatarse de ello?