La dirección de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) pretende aprobar el nuevo convenio colectivo antes de que finalice el próximo mes de junio. No obstante, los representantes de los trabajadores no están por la labor, puesto que rechazan prácticamente en su totalidad la propuesta presentada por la empresa. En lo único que estarían dispuestos a transigir es en la congelación de los salarios, en atención a la situación de crisis económica y teniendo en cuenta que consideran que ha han hecho un considerable esfuerzo en este sentido, ya que hace tres años que tienen el salario congelado, tal como recuerda el presidente del comité de empresa, Andrés Rodríguez.

Una de las cuestiones que preocupa a los trabajadores es el futuro de la empresa, puesto que en menos de seis meses han perdido medio millón de usuarios. Una cuestión que atribuyen "a la pésima gestión" de la actual dirección, que "ha recortado servicios y suprimido líneas, mientras han incrementado el precio en un 23 por ciento, el director se ha subido el sueldo un 8 por ciento y se han contratado a otros cuatro directivos".

En relación a las propuestas que la actual dirección quiere incorporar al nuevo convenio, Rodríguez indicó que no están de acuerdo con ninguno de los puntos que han puesto sobre la mesa. En concreto, consideran inaceptable que se pretenda que trabajen 18 días más al año, o lo que es lo mismo, realizar 125 horas más. Tampoco van a aceptar la congelación de la antigüedad y su supresión para las nuevas incorporaciones porque, según Rodríguez, este hecho supondría que en el futuro "habría hasta seis categorías diferentes de conductores".

Desde la dirección se pretende que el exceso de horas no se computen como extras, sino que se resten del total anual en una relación de uno a uno, lo que supondría, en la práctica, la erradicación de las horas extraordinarias y su compensación.

También se pretende alargar la actual jornada laboral hasta la realización de 8,5 horas, lo que supondría un incremento efectivo de 40 minutos diarios, hecho que se suma al incumplimiento de la legislación vigente que obliga a un descanso de 30 minutos cada seis horas y media de conducción.