"Durante este último mes he tenido muchos problemas con el servicio. Siempre aparece algún impedimento para poder coger una bici", lamenta David Zurita. El último lo sufrió ayer cuando, tras ser aceptada su solicitud de una bicicleta en la estación de la plaza de España, Zurita no podía extraerla del anclaje. Lo intentó de nuevo, aunque la pantalla le indicaba que había sido retirada. "Ni siquiera permite imprimir la incidencia. En la estación de la Porta de Sant Antoni tuve otro problema hace unos días y por lo menos me dieron la opción de dejar constancia". Asegura que, cuando Cort cobre la tarifa anual de 24 euros por el préstamo de la bicicleta pública, no la pagará. "¡Qué va! ¿Para qué, si no la voy a poder utilizar?", alega. Además de fallos en los anclajes, también se ha encontrado deficiencias en piezas de las bicicletas y, sobre todo, estaciones vacías.

Ésta es la principal crítica de Valentina Rangelova, otra asidua de Bicipalma. "Si ofrecen este medio de transporte público, es para que funcione, por lo que si no dan un buen servicio, nadie va a querer pagar". Muchas veces ha tenido que acudir a más de una estación porque las primeras a las que iba estaban vacías. "Cuando tienes un poco de tiempo, buscas otra, pero fastidia", afirma quien usa la bicicleta para desplazarse al trabajo.

Miguel Martínez también la utiliza todos los días y dejará de hacerlo cuando deba pagar. "No solo por el mal servicio que están ofreciendo últimamente, sino porque me parece insuficiente el límite de 30 minutos. Si te pasas de ese tiempo, te descuentan el dinero de la tarjeta ciudadana. Lo tendrían que ampliar a dos horas", propone. Sobre los problemas detectados los últimos meses, se queja de "la escasez de bicis y muchos anclajes estropeados".

22% en funcionamiento

Según un estudio de campo que recientemente realizó el grupo municipal del PSOE, solo están en funcionamiento 75 de las 336 bicicletas existentes, es decir, el 22%. Los regidores José Hila y Antonio Donaire contabilizaron una noche (cuando no se puede usar el servicio de Bicipalma) el número de vehículos anclados en las 28 estaciones de Palma y su conclusión es que el equipo de gobierno "parece que quiere dejar morir este sistema, que la gente deje de usarlo por falta de mantenimiento y así poder decir que no es eficaz", en palabras de Hila. Y lamenta además "la mala imagen turística que ofrecerán si permiten a los visitantes usar los vehículos –mediante bonos, tal como han aprobado– y después no funcionan".

Si al consistorio no le interesa mejorar Bicipalma, parece fuera de lugar la solicitud del usuario Marco Antonio da Silva, que pide "que pongan estaciones en más barrios", aunque se conforma con "que las actuales bicicletas vayan bien y haya suficientes".