Cuatro antiguas bordadoras de la histórica Can Bonet y aquellas que ya no están recibieron ayer un homenaje en nombre de la asociación Amics de Tilloli "por las maravillas que han hecho desde el siglo XIX, anónimas obras de arte cuyas autoras no han sido reconocidas como les corresponde", en palabras de la portavoz de la entidad benéfica, Maria Morey. Las homenajeadas ayer fueron las hermanas Aina y Maria Pons, Maria Santandreu y Coloma Capellà, quien además hacía los dibujos previos de las delicadas piezas de hilo.

Gracias a la cesión de bordados de Alfredo Bonet y la ayuda de la familia Fluxá, la asociación sin ánimo de lucro ofrece hasta hoy la exposición Fil a fil en la galería de arte de la calle Can Ribera y comisariada por Maria de Lluc Fluxá y Marta Salleras.

Los fondos recaudados con la venta del catálogo de bordados históricos (de 1900 a 1950) se destinarán a la escuela internado que la entidad tiene en Tilloli (India), tal como explicó Morey. "Allí estudian casi 600 alumnas y cerca de 300 han continuado una formación superior, por lo que podrán conseguir independencia y libertad", destacó.