¿Qué tendrán los Griñó que han seducido a su Señoría sin que ni ilustres catedráticos ni reconocidas asociaciones ni competentes instituciones ni relevantes personalidades hayan podido decantar su opinión sobre la declaración como Bien Catalogado del edificio Gesa?

José Luis Sert, decano de la facultad de arquitectura de Harvard, opinó, antes de su charla en el Casal Solleric, sobre lo acertado del edificio Gesa, su correcta posición con respecto al mar y la ciudad, su diseño impecable y honesto. Pero su Señoría prefirió a los Griñó.

La fundación Mies van der Rohe, organización internacional creada en Holanda en 1989 con el objetivo de inventariar, proteger y divulgar el patrimonio arquitectónico del movimiento moderno, considera que la obra de Gesa reúne todos los requisitos para ser considerada pieza de gran interés arquitectónico. Aunque su Señoría prefirió a los Griñó.

Catalina Cantarellas, catedrática de Historia del Arte especializada en el estudio del arte contemporáneo, considera que el edificio en cuestión "ha resistido y resistirá el paso del tiempo, perfectamente realizado, sabiamente articulado, ligero, luminoso y readaptable". Pero su Señoría prefirió a los Griñó.

Mercè Gambús, doctora en Historia del Arte, considera que el edificio Gesa es un valioso testimonio de la arquitectura contemporánea de la isla. Mas su Señoría prefirió a los Griñó.

El Colegio de Arquitectos solicitó el "inicio del correspondiente procedimiento para la salvaguarda del edificio y garantizar la permanencia de nuestro patrimonio más reciente". Los técnicos de Patrimonio del Consell consideraron que sus valores eran estimables y recomendaron su catalogación en la Ponencia técnica previa a la Comisión de Ordenación del Territorio y Patrimonio Histórico. Aunque su Señoría prefirió a los Griñó.

Por lo leído, parece que la sentencia cree que el movimiento moderno tuvo fecha de caducidad y los Griñó convencieron a su Señoría de que, fuera del mismo, no hay salvación. Uno, que también es de la profesión (de los Griñó, no de su Señoría), creía que el espíritu del movimiento moderno aún está de rabiosa actualidad, no sólo por la vigencia de algunos de sus principios, sino porque el progreso tecnológico lo ha favorecido y desarrollado. Basta ver el perfil de cualquier ciudad importante del mundo.

Siguiendo con el criterio marcado por su Señoría en la sentencia respecto a que no hay buenos arquitectos sino buena arquitectura, podemos considerar asimismo que no hay buenos jueces sino buenas o malas sentencias.