Una banderita inglesa sobre la mesa. Alrededor de ella, cinco comensales. Hablan en inglés pero sólo uno es nativo, Danny Ferret, del sudeste de Inglaterra. Los otro cuatro, Arturo Nogales, Mar López, Luis Gil de Sola y Mercé Marrero comparten poco más de hora y media comiendo en inglés. La iniciativa Talking over lunch se lleva a cabo los lunes y los jueves en el café botiga Es Pes de sa Palla de Amadip Esment. Celebran sus más de quince años de existencia siendo políglotas.

"La idea es, además de que se refresque el inglés que muchos olvidan al no practicarlo, atraer gente al restaurante", señala Luis Gil de Sola, quien junto a Marrero, del departamento de comunicación de Amadip Esment, vio la idoneidad de montar esta especie de Talk Time en el corazón de Palma.

Arturo Nogales es el más veterano. Desde sus inicios se apuntó a la experiencia. "Como dos o tres veces a la semana fuera de casa. De esta manera, no sólo refresco mi inglés sino que me da la portunidad de no comer solo, de conocer gente". Él es técnico contratado por el Ayuntamiento de Palma en el servicio telefónico del 092. Comparte con el profesor que hoy les ha tocado su pasión por el fútbol. Ferret lleva 18 meses en la isla, pero ha vivido en Australia y Tailandia. Aquí ha montado la escuela de idiomas The Academy en La Rambla.

Si el Talk Time, muy arraigado en ciudades como Buenos Aires, funciona en torno a un café, el Talking Over Lunch lo hace en torno al menú del café botiga. Hincarle el diente al inglés te sale por 14.50 euros, el precio del menú.

No hay formalismo británico. Se puede reservar en el restaurante que está en la plaza del Pes de sa Palla. El máximo de comensales son 6. El eco alcanzado algunos días ha propiciado dos mesas con sendos profesores. En la nómina de nativos, además de Danny Ferrett, están Carolynn, Melody y Ariel. Siempre es el profesor el que rompe el hielo y a partir de ahí se puede acabar hablando de la reforma laboral, su comparación con la situación en Inglaterra, fútbol, la venta ambulante, hasta incluso desempolvar al fraudulento dúo Milli Vanilli.

El cocinero Nacho Amores atiende la mesa políglota. Está a punto de servir los postres y la boca se les hace agua al ver la tarta Tatin. Las lenguas han perdido el óxido. El profesor les recomienda "perder la vergüenza" porque para aprender cualquier lengua lo fundamental "es perder el miedo y olvidarse de los errores. ¡Todos los cometemos!", apunta.

En Palma no son los primeros ya que hubo una anterior iniciativa en el cercano bar Rita de tomar café y hablar en inglés. No cuajó por mucho tiempo. También se intentó en L´ Anticuari, el bar restaurante de la Costa de la Pols. La bandera roja y azul de barras cruzadas se guarda. Masticado el inglés, el café se hace en castellano.