Sa Tenda Ecològica abrió sus puertas en la calle Blanquerna en junio de 2007 y acaba de cerrar debido a la crisis, aunque sus propietarios no se van muy lejos. El 5 de marzo, Jaume Rivera y Cristina Roca empezarán una nueva aventura en s´Escorxador con los mismos productos que dieron a conocer en la polémica vía del Eixample. Rivera fue uno de los principales defensores de su peatonalización, aunque el actual consistorio dio marcha atrás nada más llegar.

–Una de las primeras medidas del equipo de gobierno de Isern fue abrir un tramo de la calle Blanquerna al tráfico. ¿Cómo ha ido esta decisión?

–Nadie está contento y la gente que pasa esporádicamente por aquí no se aclara. Preguntan qué tramo es peatonal y cuál no. Pese a que la primera parte sí que lo es, circulan más vehículos que por el otro tramo. Se cuelan por Félix de les Meravelles y, como saben que están haciendo algo incorrecto, van más rápido para que no les pillen, por encima del carril bici y sin ningún cuidado. Si les dices algo, encima te miran mal.

–Siempre han defendido que se peatonalice la calle, ¿por qué?

–Empecé en el comercio con 14 años, de aprendiz en una tienda de las Ramblas de Barcelona. Siempre he estado vinculado a este mundo. He tenido mucho contacto con los comerciantes, tanto a un lado como al otro del mostrador, porque también fui representante. Y en todas partes he visto dos aspectos en común: los comerciantes tienen mucho miedo al cambio y los mejores lugares para comprar son los centros comerciales abiertos. Los norteamericanos parece que saben mucho de ello y en estos sitios sólo te puedes mover a pie, porque debes dejar el coche en el aparcamiento. Así los clientes pasean entre todas las tiendas y restaurantes. Blanquerna tiene las mismas características, con tres estacionamientos cerca: las Avenidas, s´Escorxador y Santa Pagesa, y las calles transversales. Es una vía de muy fácil acceso y bien comunicada. Sólo falta que los comerciantes se pongan las pilas.

–¿Acabará siendo peatonal?

–Tendría que serlo ya. El poco tiempo que lo fue, era la mejor época. Los comercios necesitan que pase gente, que la calle esté animada, aunque ninguno se ha preocupado de organizar algo para potenciarla. Cort no lo hará, ya que somos nosotros los que debemos realizar actividades o promociones, porque somos los interesados. Me he cansado de decírselo a todos.

–¿Por qué cierra?

–Desde agosto han bajado las ventas. Casualmente, coincide con la reapertura al tráfico de una parte de Blanquerna, pero achaco los problemas a la crisis. Cerramos por culpa de eso, no por la calle. Tenemos que quitar gastos, como está haciendo todo el mundo, y en estos momentos el alquiler es caro.

–¿Los productos ecológicos no tienen mercado?

–El problema es que todavía no son conocidos. El consumidor sí conoce los productos ecológicos de alimentación, porque llevan tiempo en el mercado y es fácil de entender que para hacerlos se respeta el medio ambiente. Sin embargo, también existe ropa de este tipo, detergentes, pañales para lavar (en vez de usar y tirar), la copa vaginal (en lugar de los tampones y compresas para la menstruación), bocanrol para envolver bocadillos, cosmética, artículos de papelería...

–Tienen fama de ser más caros.

–He llegado a oír comentarios del tipo ´cobran más para decir que son ecológicos´. La primera compra cuesta más dinero, pero dura para toda la vida, porque no son productos de usar y tirar. Por ejemplo, el bocanrol te cuesta nueve euros y el papel aluminio, un euro. Sin embargo, tienes que reponerlo cada cierto tiempo y, cada vez que lo tiras a la basura, contaminas el medio ambiente. Lo mismo vale para los pañales, la copa vaginal y otros muchos artículos.

–¿Los clientes son personas ya concienciadas?

–En un 80% de los casos, sí. El otro 20% son paseantes que por casualidad entran en la tienda, porque un día necesitan algo. Ésta es una buena manera de que se empiecen a dar cuenta de la cantidad de cosas que se pueden hacer de forma ecológica.