El samsara es el complemento del nirvana, la realidad, la rueda de la vida, el ciclo desde que uno nace hasta que muere y renace, como cree la religión budista. Samsara es también el barco de un patrón del muelle de la Llotja que quiere acabar un ciclo vital para renacer o, en palabras más sencillas, "cambiar de aires". Por eso ha puesto en venta su goleta turca, la única amarrada en el puerto de Palma y construida hace más de 60 años.

Este dos palos botado en 1949 tiene 18,6 metros de eslora y 5,6 de manga. Originariamente fue utilizado para pescar esponja, abundante en el Mediterráneo Oriental, y por ese mismo mar el Samsara navegó a partir de 1989 convertido en barco de cruceros vacacionales.

Siete velas

Las mismas maderas de iroko, caoba y pino rojo que antaño se llenaban de esqueletos de animales acuáticos invertebrados surcan hoy las aguas de Balears con siete velas o un motor de 190 caballos, aunque su destino es incierto hasta que un romántico con dinero y aficionado al mar desembolse los 150.000 euros que cuesta la goleta.

Muchos de los tripulantes que se han alojado en alguno de sus 6 camarotes han experimentado emocionantes aventuras, como la primera regata de la Ruta de la Sal en la que participó este barco. Sin embargo, su propietario destaca especialmente una tormenta en Menorca que les dejó dos días encerrados en una cala.

La mayor parte de las veces las travesías son muy tranquilas y los turistas "se sienten como en casa, porque no es un velero inestable, al que no están acostumbrados los ajenos al mar". El Samsara les sirve de iniciación en el ciclo que complementa al nirvana.