Un grupo de vecinos del Coll d´en Rabassa que vive enfrente de la pista deportiva de la parroquia denuncia que la concesionaria de este recinto, del bar y la terraza exterior tiene abierto hasta pasada la medianoche, por lo que los usuarios provocan mucho ruido. Los afectados se reunieron con Cort, la empresa y el Obispado esta semana para tratar de buscar una solución, pero fue en balde, según lamentan los residentes.

Un decreto de alcaldía del pasado 6 de octubre ordenaba a la empresa que paralizase su actividad, ya que no tenía licencia de apertura y funcionamiento. El cierre se hizo efectivo el 20 de diciembre, aunque tres horas después se volvió a abrir, ya que la concesionaria presentó un recurso.

Los residentes de enfrente de la pista deportiva son mayoritariamente "gente mayor que lo único que pide al Ayuntamiento y al Obispado es poder descansar por la noche", según explicó un portavoz. Han hablado con los responsables del recinto para que cierren a las 22 horas, pero sólo han recibido una negativa por respuesta.