Los insultos entre independentistas y colectivos anticatalanistas protagonizaron ayer el final de la manifestación de la Diada para reclamar que las "islas son una nación". Unas 1.500 personas salieron de la plaza Juan Carlos I portando banderas independentistas y bajo una gran pancarta donde se podía leer: Som una nació: Autodeterminació. La marcha transcurrió sin incidentes hasta la plaza dels Patins donde se leyó un manifiesto reivindicativo. La fuerte presencia policial, entre 150 y 200 agentes velaban por la seguridad de la marcha, evitó que se repitieran incidentes como los acaecidos el pasado año donde se registraron varios heridos.

Sobre las 20 horas, unos 300 independentistas se desplazaron hacia la plaza de España para asistir a la ofrenda floral de la Festa de l´Estendard. Allí se encontraron con unos 50 miembros de colectivos españolistas, como es el caso del Grupo d´Acció Baléà, y se propinaron insultos mediante cánticos durante unos 45 minutos. Estuvieron protegidos por un fuerte cordón policial que abortó un intento de agresión de un miembro del colectivo anticatalanista que quiso aproximarse a los independentistas. Por un lado se escucharon gritos de "faixistes, espanyol el que no boti" o "No sou balears, sou retardats". El bando españolista contestaba diciendo: "Antes alemán que catalán. Que viva España" o "Som balears, may catalans". En medio de estas frases se lanzaron toda una batería de insultos que solo cesaron cuando los colectivos españolistas, al filo de las 21 horas, decidieron dar por acabada su acción reivindicativa.

La Diada estaba organizada por la Plataforma 31 de Desembre y contó con el apoyo del PSM, Entesa per Mallorca, Esquerra Republicana, Stei y Maulets, entre otros. Estos últimos cerraron la manifestación portando una gran bandera independentista confeccionada con las huellas de una mano. Sus miembros exhibían carteles donde criticaban la detención de dos miembros de los Maulets a raíz de los incidentes del año pasado. En la calle Olmos, en el punto donde se produjeron los altercados de 2010, se lanzaron petardos y se quemaron varias banderitas españolas de feria junto a unos muñecos.

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