La Organización Nacional de Ciegos (ONCE) organizó ayer en la Plaza de España de Palma una jornada de concienciación. El objetivo era que los ciudadanos y residentes de la ciudad comprobaran de primera mano las dificultades de movilidad con que se enfrentan cada día las personas ciegas y discapacitadas. Cientos de personas se convirtieron en invidentes por un día.

Una de las actividades que más llamaron la atención fueron los recorridos con perros guía. Tres caninos de la escuela de adiestramiento de la ONCE en Madrid y sus cuidadores se desplazaron hasta Palma. En la Plaza de España se montó un recorrido donde los perros guía indicaban los obstáculos en el camino a las personas que se habían tapado los ojos con un antifaz. El objetivo era saber lo que significa no poder ver.

José Antonio Rodríguez, delegado provincial de la ONCE en Balears, pidió a las administraciones ayuda para adaptar los pueblos y ciudadanos a las necesidades de los discapacitados. El president del Govern, José Ramón Bauzá, le prometió el apoyo del Govern.

Un numeroso grupo de asociaciones que trabajan a favor de personas con discapacidades, de sensibilización social, y en defensa de los animales, participaron en la jornada. La Plaza de España se convirtió en un lugar de festejo y de aprendizaje con actividades y talleres para pequeños y adultos.

Rodriguez recordó que "lo importante es ver al discapacitado como una persona normal, porque es una persona feliz, y como tal lo tiene que ver el resto de la sociedad".

El delegado de la ONCE explicó también que "el que hoy no es discapacitado, mañana puede serlo. Por eso es importante que los ciegos, los parapléjicos, los discapacitados , sean unos ciudadanos más, que puedan moverse por la ciudad y puedan llegar a todos los sitios sin obstáculos".