Muchas veces he pensado que existe una oscura ley según la cual la sombra llama a la sombra. Es decir, que aspectos olvidados o desconocidos parecen responderte si haces una llamada a través de la oscuridad de la memoria. Como los ecos que resuenan en los valles remotos de las cordilleras.

Parece como si una intencionalidad inexplicable alentase en esas presencias. Y cuando abres la caja de Pandora de su recuerdo, aspiras esas evocaciones del pasado como los arcones que conservan perfumes de cosas desaparecidas. Buscando entre los papeles del Cementerio de Palma, descubrí el nombre de un escultor del que no tenía la menor noticia. Se llamaba Juan Serra y Riera, y firmó proyectos con los principales arquitectos de los inicios del siglo XX: Gaspar Reynés, Gaspar Bennàssar, Jaume Alenyar...

Me sorprendió la cantidad de menciones que se encuentran en el archivo. Hasta el punto de convertirlo en el escultor más prolífico (al menos en lo que a documentación se refiere): 143 proyectos, todos en la primera ampliación del siglo XX. Intenté hallar alguna referencia personal, pero fue en vano. Pues bien, poco después se dio la casualidad de que un joven que está investigando la obra del escultor Grauches en Eivissa me escribió para pedirme datos sobre Riera. Ya que éste es autor de una placa situada en el ayuntamiento de Santa Eulària. Había encontrado un artículo publicado en el prensa madrileña el año 1918. De repente, se va dibujando un perfil de lo que antes era oscuridad. Serra nació en Eivissa, alrededor de 1860. Tuvo su taller en la calle Ramón Llull durante los años 1880-1890, y su hijo Josep colaboraba en él. Gracias a ese artículo podemos saber que trabajó en el edificio de Sa Nostra, que talló parte de las escaleras de Cort, participó en las obras del edificio El Águila y del Teatro Lírico. Y fuera de Palma, tuvo un papel importante en la casa consistorial de Santanyí y el Crédito Balear de Sóller. Un gran artista, autor de auténticas obras de arte. Algunas coronas y decoraciones de tumbas son exquisitas. En la foto del artículo salía como un hombre robusto, con los mostachos típicos de la época. Un artista a rescatar del olvido.