­Los usuarios de la piscina exterior de Son Hugo están desconcertados porque desconocen si a partir de noviembre podrán seguir nadando allí. El Institut Municipal d´Esports (IME) estudia cerrarla en invierno para ahorrar los costes que suponen calentar el agua o el pago a los socorristas. Gran parte de los abonados son nadadores que acudían al polideportivo de Son Moix, cerrado desde octubre de 2007, tras quedar destrozado por el tornado que azotó la isla.

Lola Alfonso es una usuaria veterana de Son Hugo, que está recogiendo firmas para evitar el cierre. "Sin haber acabado las obras de Son Moix es una locura que nos quiten Son Hugo", sostiene. En el escrito de queja que presentará al IME junto a un centenar de firmas asegura que muchos abonados no aceptarán nadar en la piscina interior pues las calles son más estrechas y no reúnen las condiciones adecuadas. Además solicita que les devuelvan parte del dinero abonado en la cuota anual.

Quince personas en una calle

Desde el pasado 30 de septiembre y hasta el próximo 30 de octubre la piscina exterior tiene horario restringido de 13.30 a 16 horas y de las diez calles sólo están abiertas cuatro. El resultado es que, tal como explican algunos nadadores como Adrián Mendoza "hemos llegado a ser quince personas en una única calle". Los estudiantes de la FP Superior de Técnico Deportivo como Edgar Ballester eligen estas instalaciones. "Las piscinas de otros polideportivos no reúnen las condiciones reglamentarias de la de Son Hugo y la gente se quejará porque en la interior falta espacio", afirma Ballester. "Una piscina municipal es el último sitio para recortar", opina Vicente Caimari, abonado desde que inauguraron las instalaciones en los noventa.