Los socios del Real Club Náutico de Palma votaron anoche por la continuidad. Y, tras un recuento de sufragios que empezó a las diez y se prolongó hasta más allá de la medianoche, dieron la presidencia de la histórica entidad a Javier Sanz, vicepresidente del club durante los últimos cuatro años bajo el mandato de Matías Salvá y responsable de la organización de la Copa del Rey de Vela.

Había expectación anoche en el Náutico, aunque sólo votaron 350 personas de las 1.800 con derecho a voto. La razón era la concurrencia a los comicios de una candidatura alternativa, representada por Vicente Pereda y con Francisco Tejedor como vicepresidente, y su la promesa de devolver el club a los socios si contaba con el suficiente respaldo en las elecciones. No fue así. Y el propio Pereda, minutos antes de conocerse el resultado final, reconoció ya su derrota y quiso felicitar al nuevo presidente.

Javier Sanz, que sustituyó a Jaime Enseñat como responsable de la organización de la Copa del Rey de Vela, fue el primero en dar a conocer su candidatura, en la que defiende una gestión adaptada a los tiempos de crisis, acomodando los gastos a la caída de los ingresos, pero intentando mantener las señas de identidad de la institución, así como las labores propias de un club naútico, como la promoción del deporte y las actividades sociales. Sanz quiere ser un presidente abierto siempre en contacto con la masa social.