­Estaba en proceso de disolución técnica desde hace meses, tal como adelantó DIARIO de MALLORCA en su edición del pasado día 6 de julio, aunque se formalizó ayer. La junta general de accionistas de Carn Illa, la empresa que gestiona el matadero de Palma, aprobó su disolución debido a su grave situación financiera, con pérdidas de más de un millon de euros anuales.

Los accionistas de la sociedad –la empresa pública Semilla, con un 49,5%; el Ayuntamiento de Palma (26,5%), Piema S. A (9,84%), el Camp Mallorquí (7,28%) y Mercapalma (6,89%)– han optado por no aportar más capital con el fin de sanear sus cuentas. Para evitar su disolución se requería una inyección de capital que oscila entre 1,1 y 1,8 millones.

Para salvar la situación sin reducir capital, se precisaban 1,8 millones adicionales. Si se quería evitar la causa de disolución, se debía aportar 1,5 millones y si se quería convertir la empresa mixta en pública se necesirarían 1,1 millones. Una vez disuelta la sociedad y con el fin de proceder al traspaso progresivo de la actividad del matadero a otras instalaciones de Mallorca como las de Manacor, Inca o Felanitx, asumirá la gestión provisionalmente la empresas pública Semilla.

Desde la conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio se aseguró que la actividad del matadero de Palma continuará "con normalidad" hasta que se encuentre una solución con los trabajadores, ganaderos y proveedores.