El magnate de la televisión Barry Diller (San Francisco, 1942) atracó ayer en el puerto de Palma un velero del tamaño de su inmensa fortuna, labrada desde finales de los setenta en productoras como la Paramount y la Fox y con éxitos televisivos y cinematográficos como Cheers, Los Simpson, Saturday Night Fever, Grease, En busca del arca perdida o La fuerza del cariño.

­Diller es propietario del Eos, un velero espectacular de cuatro mástiles, casco azul marino y 93 metros de eslora que le ha quitado el cetro al mismísimo y ultramoderno Maltese Falcón como el velero privado más grande del mundo. Éste último posee más eslora de flotación, pero en eslora total, incluyendo el largo bauprés de proa, es menor. El Phocea se queda en 75 metros.

Con pabellón de las Islas Caimán y diseño mucho más clásico que su rival, el Eos fue construido en Alemania, concretamente en los famosos astilleros Lurssen en Bremen por encargo directo de Barry Diller, entrando en servicio en el año 2006. Y entre sus características principales destacan una eslora de 92,92 metros, una manga 13,50 metros, un desplazamiento de 1.500 toneladas y una altura de mástiles de 61 metros.

Además monta dos motores auxiliares que le permiten alcanzar sin ayuda del viento velocidades de hasta 16 nudos, siendo su casco de aluminio. A bordo pueden ir 16 invitados, contando con una tripulación mínima de 21 marineros.

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