La Seu, el Palacio de la Almudaina o Cort. Estos tres monumentos siempre han sido los clásicos en las visitas guiadas y los visitantes siguen quedándose sin ver la otra Palma menos conocida. Pero una parte de los turistas, principalmente centroeuropeos, que ya han estado en otras ocasiones en Ciutat, preguntan: ¿Y la Fundació Joan Miró y el museo Krekovic?; ¿Dónde está s´Escorxador, que nos hemos enterado que hay actividades culturales?; ¿Es verdad que hay una plaza de Toros?

Maria Vallespir es guía de la conselleria de Turismo desde hace ocho años y conduce a grupos por el centro histórico, sobre todo por la denominada parte alta de la ciudad. "Normalmente ofrecemos lo que las agencias de viajes no pueden abarcar ", indica Vallespir. Dependiendo del lugar de la isla del que se hayan desplazado hasta la ciudad y las actividades que realicen a lo largo de la jornada pueden ofrecerles itinerarios alternativos o no. "Los turistas que vienen de Cala d´Or y tienen que ir de compras disponen de menos tiempo pero los que proceden de Peguera y Santa Ponça suelen emplear más horas para recorrer puntos menos conocidos", sostiene la guía turística.

Trayectos alternativos

Un grupo de treinta jóvenes alemanes, procedentes de Verden, que trabajan en una empresa de productos para sordos, llegaron a la ciudad ayer por la mañana en un viaje de incentivos. El punto de encuentro era el clásico olivo de Cort y allí se les ofreció una explicación breve sobre el ayuntamiento.

Les acompañó Maria Vallespir y su compañera Inmaculada Dezcallar. En principio intentaron organizar un trayecto alternativo que incluía la visita a patios tradicionales mallorquines como Can Ordinas de l´Almadrà y de Can Olesa, cercanos a la plaza de Santa Eulàlia o el de la sede de la Cámara de Comercio, donde hay una recreación de la entrada del rey Jaume I en la ciudad. "Explicamos curiosidades y anécdotas que no se encuentran fácilmente en las guías y nos adaptamos al interés del grupo", señala Vallespir.

Después de una breve explicación del Palau March y su colección pictórica y tras dar una vuelta por el exterior de la Seu los jóvenes alemanes de Verden llegaron al patio exterior del museo diocesano, un punto que suele estar fuera del itinerario clásico y es uno de los recursos patrimoniales de Ciutat menos visitados, según las guías. Allí decidieron visitar la Seu dejando fuera los Baños Árabes, sa Llotja y el patio de Can Montenegro. Normalmente las visitas de los itinerarios de la Conselleria de Turismo pasan por aquella Palma monumental menos conocida y asumen los costes que una parte de las agencias turísticas no contemplan.

Algunos referentes palmesanos como, por ejemplo, el convento dels Caputxins, el edificio del Gran Hotel de la calle Unió, el Museo de Mallorca, la Fundación Joan March o la cripta de la Capella de Sant Llorenç quedan en ocasiones relegados.

Al final, al preguntar a los alemanes procedentes de Verden qué es lo que más les ha gustado de su visita, uno de ellos, Uli Schmitz ejerció de portavoz y concluyó: "Los patios, las calles estrechas, el ambiente mediterráneo y la decoración peculiar de las ventanas".