"La mala situación económica heredada del gobierno anterior", es la coletilla que ha servido en esta ocasión a la teniente de alcalde de Bienestar Social, Inmigración y Participación, Sandra Fernández, para suprimir de un plumazo –de cara al próximo año, eso sí– la mitad de los 32 Casals de Barri existentes en la ciudad.

La medida incluye también un cambio en el funcionamiento de los Casals, que pasarán a ser gestionados "con criterios profesionales", eliminando la fórmula impulsada en el anterior mandato, posibilitando que 12 centros estuvieran gestionados por asociaciones vecinales mediante subvención.

Este "nuevo modelo de gestión" y la reestructuración del servicio supondrá el "ahorro" de 390.000 euros de los 780.000 que se dedican actualmente al funcionamiento de los Casals y el desarrollo de las distintas actividades y talleres que se realizan.

En estos momentos, existen 32 Casals de Barri en funcionamiento. Doce están gestionados por asociaciones vecinales mediante una subvención municipal, 18 por empresas especializadas, uno está autogestionado por una asociación de vecinos sin subvención municipal y otro –el de La Soledat– directamente por el Ayuntamiento a través del centro municipal de Servicios Sociales de Levante.

Nuevo modelo

El "nuevo modelo" supone la desaparición física de seis Casals: aquellos que ocupan locales en régimen de alquiler. De esta forma, se producirá un "ahorro" de 210.000 euros contando el arrendamiento y los gastos de gestión.

Asimismo, otros 10 Casals de propiedad municipal dejarán de realizar sus funciones como tales y serán ofrecidos a las entidades y asociaciones de las barriadas respectivas para que sean ocupados como sedes.

Fernández aseguró que ha recibido numerosas demandas de entidades y asociaciones en este sentido. De esta forma, quedaran 14 centros que seguirán realizando actividades como Casals, además del de Son Gotleu y el de La Soledat, que serán gestionados directamente por el Ayuntamiento.

Cinco de estos Casals serán considerados de referencia y serán gestionados por empresas. Se trata de los de s´Escorxador, Son Cotoner, Joan Alcover y Santa Catalina, que asumirá es Jonquet.

Los demás que seguirán en funcionamiento (9), también serán gestionados por empresas, aunque deberán incluir necesariamente el 25 por ciento de las actividades consensuadas con las entidades vecinales de la zona, además de un proyecto comunitario, todo ello, tal como justificó la teniente de alcalde, "con el fin de aprovechar las cosas buenas de la gestión de los Casals por parte de las entidades".

La reorganización afectará, según Fernández, al 30 por ciento de los usuarios, que tendrán que acudir a otro centro para realizar sus actividades, que se limitarán a una por persona.