Mientras en el puerto de Sóller continúa el velero que participa en el rodaje de la película Cloud Atlas, es decir, el ya conocido Earl of Pembroke, la Bahía de Palma también se ha visto sorprendida estos días por tres grandes barcos de época, muy diferentes cada uno en su concepción, pero ofreciendo una maravillosa estampa marinera frente a Ciutat, más propia de otros tiempos que de la época actual, donde los cruceros a motor son la tónica dominante.

El Running on Waves era la primera vez que visitaba este puerto, aunque el Atlantis es un barco habitual de las aguas de la Bahía de Palma. En cuanto a La Grace, destaca por ser una réplica de un famoso buque corsario del siglo XVII.

Los viandantes que el viernes se paseaban a primera hora de la mañana por la zona del Portixol se sorprendieron con la visión de un velero fondeado a corta distancia de la costa. Se trataba del Atlantis, un bergantín de tres palos de bandera holandesa que, aunque visita Palma casi cada año, siempre causa admiración. Fue construido en 1905 en los astilleros Wichhorst de Hamburgo como buque faro con el nombre de Elbe 2 y, durante siete décadas, ejerció sus funciones en la zona del estuario del Elba.

Sin embargo, a principios de los años 80 fue reconstruido y convertido en bergantín, reapareciendo en 1985 como el Atlantis. Desde entonces se dedica en régimen de charter a realizar cruceros, preferentemente por el norte de Europa y el Mediterráneo. Después de la Bahía de Palma, estos últimos días ha podido ser visto en los puertos de Andratx y Sóller, por lo que ha tenido que competir en vistosidad con el Earl of Pembroke de la película protagonizada por Tom Hanks y Halle Berry.

Asimismo, hace dos días llegó al puerto de Palma el Running on Waves, de bandera chipriota. Se trata de una embarcación muy moderna, debido a que hace escasos meses que está en servicio. Fue construido en los astilleros Odys en Gdansk, en Polonia, y se trata de un híbrido entre un velero clásico y un pequeño crucero, con una reducida capacidad de pasaje. De hecho, llegó a la isla con únicamente seis pasajeros. En su escala procedía de Cádiz, dentro de un viaje que desde el Norte de Europa le ha encaminado al Mediterráneo, y posteriormente zarpó rumbo al puerto de Maó.

Réplica del XVII

Cronológicamente en primero en visitar el puerto de Ciutat fue La Grace, que estuvo fondeado frente la Catedral a finales de la semana pasada. Se trata de un velero checo de 32 metros de eslora que es una réplica de un famoso buque corsario de la segunda mitad del siglo XVII, esta réplica es de reciente construcción ya que fue finalizada el año pasado en Egipto, concretamente en Suez. La bella imagen de la embarcación seguro que sorprendió a los turistas y paseantes que estaban en la zona.