­Los ciclistas urbanos que se desplazan habitualmente por el carril bici de las Avenidas creen que su sustitución por un carril en calles interiores será peor, por lo que la mayoría pide a Cort que lo deje como está. Sin embargo, algunos de los consultados ayer reconocen que el actual carril que circunvala el casco antiguo tiene problemas e incluso puede provocar situaciones peligrosas en varios tramos, como la plaza de España, por ejemplo, por lo que no ven con malos ojos la nueva decisión de Cort.

En lo que todos coinciden es en el elevado dispendio que el cambio provocará, casi 200.000 euros en obras, según afirmó el concejal de Movilidad. Como dice Andrés Gómez, "el carril por el interior se tendría que haber hecho al principio, pero ahora sólo servirá para gastar dinero". Lo mismo opina Ángel Cancelas, a quien le parece "un tremendo gasto" y cree que es imposible que despintar y quitar los pilones cueste tanto dinero.

"Será más complicado"

El resto de los usuarios afirma con rotundidad que el carril de las Avenidas es rápido y cómodo, debido a que tiene un recorrido "directo", tal como detalla Leticia Ferreira. "El nuevo carril es más complicado" y no le convence, aunque continuará utilizando la bici, su medio de transporte para ir cada día al trabajo.

Lo que tendría que hacer el Ayuntamiento es "ampliar la red de carriles bici y no quitar lo que ya está hecho", en palabras de otra usuaria habitual, María Ramos, a quien le gustaría que también hubiese un carril en Aragó. Ésta y las Avenidas son dos vías con una gran afluencia circulatoria y, cuando el anterior consistorio decidió implantar un carril en la segunda arteria citada, hubo una gran polémica por el temor a que se colapsase.

Pablo de los Santos recuerda que el tiempo ha demostrado que "no provoca atascos, como se pensaban, ni ningún problema", y además lo utiliza "cada vez más gente", añade Ramos.

Por eso, cuando lo quiten, el usuario Juan Moyà buscará una alternativa que también le lleve directo a su destino. "El carril por el interior es más largo para ir a según qué sitios, por lo que cogeré atajos", pese a que a veces significará circular por la acera. También lo harán los jóvenes Rodrigo y Eric, que se desplazan en monopatín por el carril-bici para no molestar a los peatones debido a que con sus medios de transporte no pueden ir despacio.

Molestias de peatones

Si suben a las aceras, molestarán, aunque también hay peatones que fastidian a los ciclistas en las Avenidas. "No nos respetan, ya que se meten en el carril bici sin mirar si circula alguien", critica Alberto Bello. Por eso apoya la decisión de cambiarlo a calles menos transitadas.

El problema para Emilio, otro habitual del carril a punto de desaparecer, es que no existe una normativa que regule el uso de las bicicletas y por dónde tendrían que circular.

Mientras tanto, los noruegos Jon y Katanna recorren Ciutat a pedales como si estuviesen en su propio país, pero con sol.