El éxito de Bicipalma continúa incrementándose. Esta semana el número de personas en lista de espera para utilizar la bicicleta pública municipal ha superado al número de inscritos, es decir, unos 6.000 frente a los 5.000 usuarios que pueden pedalear gratis por la ciudad. Desde que se implantó este servicio el lunes 28 de marzo, una media de 1.342 ciudadanos al día han utilizado Bicipalma los días laborables. En cambio, su uso disminuyó el fin de semana, por lo que este dato "refuerza la finalidad de que la bici pública se utilice sobre todo como medio de transporte para ir a trabajar o realizar gestiones", en palabras de la directora de Movilidad del Ayuntamiento, María Luisa Gracia.

A quienes se encuentran en la lista de espera, la responsable política les asegura que el cupo de inscritos se ampliará, aunque "primero se tiene que comprobar si el número de desplazamientos continúa estable entre los 1.300 y 1.500 cada día, ya que el sistema se saturaría si la demanda sube teniendo el mismo número de bicicletas (336 en 28 estaciones)". Gracia explicó que hay ciudades que no han puesto un cupo, por lo que tienen problemas para abastecer los aparcamientos. En Palma todavía hay que analizar qué uso hacen los 5.000 inscritos. Si la mayoría no utiliza la bici de forma habitual, podrán ampliar el cupo "paulatinamente y por orden de inscripción en la lista de espera", añadió.

Por ahora tampoco hay datos sobre el tiempo de uso, aunque desde Movilidad tienen claro que, cuando finalice el periodo de pruebas, "el límite se reducirá de dos horas a media hora, ya que es un tiempo más que suficiente para recorrer la ciudad en bici desde las dos estaciones más alejadas", destacó.

En las primeras dos semanas de la bicicleta pública, Cort ha constatado que las 28 estaciones repartidas entre el centro y parte del Eixample tienen un número de préstamos y devoluciones equilibrado, lo que es un dato "muy positivo, porque así no hay que trasladar tantas bicis de una estación a otra para compensar las que están más llenas con las que están más vacías", tal como detalló Gracia.

Fallos y robos

Durante estos primeros días, los fallos más comunes han estado relacionados con los anclajes. Resulta que algunos usuarios, cuando colocan el burlón de la bicicleta (el saliente metálico) en un anclaje, no esperan a que se apague la luz verde situada en la barra del aparcamiento, por lo que el sistema informático no detecta que han estacionado una bici y lo da por vacío. Tampoco se cercioran, tirando hacia atrás, de que está bien anclada, por lo que si no ha quedado sujeta, otras personas se la pueden llevar sin que sea registrado.

También hay personas que han intentado coger un vehículo con su tarjeta ciudadana sin que esté dada de alta en Bicipalma o incluso turistas que han metido la Visa para sacar una bici.

En cuanto a los robos, se han producido 15, de los que se han recuperado diez bicicletas. Una de ellas la localizó la policía en Inca y otra en Marratxí. Gracias a la colaboración ciudadana, han encontrado las demás. Este tipo de delito está tipificado como hurto y como atentado contra el mobiliario urbano, debido a que son elementos públicos.

Otras incidencias han pasado por ruedas deshinchadas, ya que van perdiendo presión con el uso, y algunas cadenas fuera de lugar. En el caso de que ocurra algún percance, el usuario debe indicarlo en la pantalla cuando devuelva la bicicleta.

tarjetas ciudadanas

123% renovadas Y las nuevas altas se duplican

Para usar Bicipalma es necesario tener la tarjeta ciudadana, por lo que en marzo se duplicaron las altas y se incrementaron las renovaciones de las tarjetas caducadas en un 123% respecto a la media mensual de 2010.