El Independence of the Seas, el buque de cruceros más grande, recaló ayer en la bahía de Palma. Su estampa acercándose al puerto pasmó a los paseantes. Supera al mítico Queen Mary 2.

El Independence of the Seas, con sus 154.407 toneladas, supera las 148.528 del mítico Queen Mary 2, aunque la eslora de éste no la supera al tener solo 338,12 contra los 345 del Queen.

El Independence of the Seas pertenece a una serie de tres buques conocida como clase Freedom y fue construido en los astilleros Kvaerner Masa Yard en la ciudad de Turku en Finlandia. Sus dimensiones son colosales: una eslora de 338.12 metros, una manga de 38.8 (no puede pasar por el canal de Panamá), 154.407 toneladas de registro y una capacidad máxima de 4.375 pasajeros en 1.817 camarotes (de ellos 866 con balcón) con una tripulación de unas 1.360 personas. Su planta propulsora está compuesta por seis motores que conectados a tres hélices azimutales le confieren una velocidad de 22 nudos y una gran maniobrabilidad.

Las cubiertas disponibles para el pasaje son quince y en ellas podemos encontrar zonas tan espectaculares como el Royal Promenade que es el corazón del barco y que consiste en la recreación de una auténtica calle de más de cien metros de largo que ocupa cuatro cubiertas de altura, con tiendas, bares y que cuenta hasta con una barbería. También impresionante es el teatro Alhambra en la zona de proa con una capacidad de 1.350 espectadores y el comedor principal a popa, que ocupa tres alturas y cuya decoración está dedicada a la ópera.

Asimismo dispone de una pista de hielo, un rocódromo para practicar la escalada, un campo de minigolf de nueve hoyos y una cancha de baloncesto y como grandes novedades una piscina que genera olas para practicar surf y hasta un auténtico ring de boxeo.

Su dueño es la Royal Caribbean International con base en Miami, que fue fundada en 1968 y desde que en 1970 estrenó su primer barco, el Song of Norway, no ha parado de crecer, actualmente tiene 22 barcos.

En este viaje el Independence of the Seas venía de Lisboa con unos 3.600 pasajeros , la mayoría británicos y partió por la noche con destino a Barcelona, dentro de un crucero de 18 días que se inició en el puerto inglés de Southampton.