En la ciudad sumergida, con permiso de José Carlos Llop, pasan muchas cosas. Ocurre la vida. No importa que nos calemos hasta el tuétano y que el de a pie refunfuñe como un buey enojado. El aguacero de ideas está que bulle estos días. Desde sa Calatrava a la plaza Llorenç Bisbal, de recorrido hacia las traseras de sa Gerreria y el pasaje de la Artesanía, más de cincuenta motores están echando chispas para desmentir el eco rutinario e inútil de que "en esta ciudad nunca pasa nada".

El pulso lo han echado Pic-Nic, Ana Siles y Beatriz Zamora. Se arrimaron los del bar Rita, Carles Oliver y Joan Vallespir. Crece y crece. Es el ´Bangbig´. Suma iniciativas una peña que no sobrepasa los cuarenta. Son los hijos de la generación Mac, hablan en jerga cibernética y se expanden en las redes sociales. Facebook es su cartero. Pero nada de Palma les es ajeno. La quieren y la quieren viva. ´Bangbig´ va a estallar en dos semanas, del 17 al 19.

"Los átomos se juntan en momentos puntuales para provocar una acción colectiva y volver después cada uno a su espacio", empieza la diseñadora de ropa y accesorios, Beatriz Zamora, de Antigua Disseny. Jugando con este símil un grupo de casi medio centenar de artistas, fotógrafos, músicos, actores, diseñadores, arquitectos, restauradores, ilustradores, grafiteros van a tomar espacios, bares, talleres y plazas. No sólo los de Canamunt, aunque ahí está la base de operaciones, sino que el latido alcanza Costa de sa Pols y llega, como el aguacero de ayer, Ramblas abajo hasta reposar en Jardí Botànic. En el Centre Cultural de la calle Socorro, el CRCC, antiguo Cuartel de Intendencia, unos cuantos artistas van a "crear" en colectivo. Los resultados, como el cariño verdadero, ni se comprarán ni se venderán. Entre ellos, muchos vídeo artistas como los de Torpedearte y la versátil Yolanda Adrover tejiendo historias domésticas, de las que, a veces, duelen. Desde Calatrava, los de Waka, montarán tenderete de grafitis y le darán altavoz desde su emisora de radio. Tirando del hilo, la plaza de Llorenç Bisbal será el corazón de esta explosión que paseará por los aledaños del pasaje de Artesanía donde se van abrir los talleres cerrados del Imfof para darles uso, aunque sea efímero. Grabados, diseño de ropa, serigrafía y fotografías, como las de Biel Grimalt, autor de la serie Egografías.

Si vienen mal dadas, y están viniendo mal, hay quien opta por darle vidilla al escenario cotidiano: la ciudad. "Es curioso que muchos de los que estamos montando esta y otras historias no somos de aquí, pero queremos hacer cosas por la ciudad, porque estamos enamorados de Palma. Sin embargo, los mallorquines prefieren irse fuera", observa Beatriz. Forma parte de la tradición y de la impostura insular. De esa ciudad sumergida que hoy me ha prestado el amigo Llop.

Y si vamos de literarios, y esta ciudad lo es y mucho, apuntar que el Bangbig acaba con un Crossbooking ­–los de esta generación son afectos a los anglicismos, qué le vamos a hacer–. Los libros se recogerán en el bar Rita, L´Anticuari, La Sifonería y el Bonito. Sólo se pide a quien quiera leer a traspié que, una vez digerido el libro, debe devolverse con un comentario. Unas letritas, por favor. No nos sumerjamos tanto.