Las bicicletas públicas todavía no están rodando, aunque las calles de Palma empiezan a ser ocupadas por las 28 estaciones que servirán para aparcar estos vehículos. Ya se puede ver una de ellas en Mateu Enric Lladó, cerca del edificio de las Avenidas, y la concejalía de Movilidad ha dado el visto bueno para la instalación de otras cuatro: en Joan Alcover; en la esquina de Manacor con Manuel Azaña; en Francisco Manuel de los Herreros y en la esquina de Ballester con Socors, tal como informaron ayer desde este departamento.

Las 28 estaciones repartidas en 15 barrios vienen acompañadas por un sistema informatizado de interacción con los usuarios para poder coger o dejar las bicicletas mediante la tarjeta ciudadana. La instalación de los aparcamientos y los citados puntos electrónicos concluirá a principios de 2011 y poco después se pondrá en marcha el servicio de la bicicleta pública. En un principio, la colocación de las 28 estaciones iba a finalizar en diciembre, pero la última junta de gobierno municipal aprobó una prórroga por urgencia.

Entre las 28 estaciones suman un total de 470 aparcamientos –también llamados anclajes– para 336 bicicletas. Algunas estaciones tienen cinco anclajes, mientras que otras cuentan con diez, veinte o treinta huecos para los vehículos públicos, dependiendo de la zona donde se ubiquen.

El Día Mundial sin Coches de este año, que se celebró el 22 de septiembre, sirvió para ver cómo será la llamada Bicipalma, una bici de paseo de color azul, blanco y verde –los mismos colores que los autobuses de la EMT– con ruedas gruesas y un sistema antirrobo para aquellas piezas que son fáciles de sustraer.

Las bicicletas se podrán coger de 7,00 a 22,00 horas, mientras que los viernes y sábados el horario se amplía hasta la medianoche. Aún se desconoce el precio del servicio, aunque quienes hagan trasbordo desde un autobús tendrán media hora gratis. Para usar las bicis se necesita la tarjeta ciudadana.