El Ayuntamiento de Palma ha iniciado los trámites para demoler el estadio Lluís Sitjar debido al estado de ruina en que, según los técnicos de Cort, se encuentra esta infraestructura ubicada en un solar que el equipo de gobierno quiere convertir en equipamientos deportivos públicos y espacio verde.

Así lo ha anunciado hoy en rueda de prensa la alcaldesa de la ciudad, Aina Calvo, quien ha informado de que ayer se procedió a la firma del decreto que permite iniciar el expediente de ruina del edificio, sostenido en un informe del Servicio de Protección de los Edificios de Cort.

Calvo ha indicado que, tras la firma del decreto, se notificará a los propietarios del estadio -entre ellos el Real Mallorca- y se abrirá un periodo de alegaciones de diez días, tras lo cual los peritos resolverán si procede la ruina, un trámite que podría llevar unos dos meses.

De decretarse la ruina, se pedirá a los propietarios que derriben el edificio y, de no hacerlo ellos, el Ayuntamiento podría demolerlo de forma subsidiaria, lo que supondría un coste para Cort de unos 1,7 millones que tendrían que pagar luego los dueños del inmueble.

La alcaldesa ha defendido esta decisión "firme" del Ayuntamiento, que responde a un "sentido de la responsabilidad" del gobierno frente al mal estado en que se encuentra el Lluís Sitjar, además de suponer una oportunidad que convertir este espacio en una continuación del parque de la "Falca Verda" y en equipamientos deportivos públicos, dos aspectos "irrenunciables" para Cort.

La decisión se ha tomado a raíz de un informe técnico del pasado mes de octubre contenido en un expediente abierto a consecuencia de una denuncia policial y otra particular interpuestas en julio por el estado del edificio, y tras el incendio declarado un mes después en el estadio.

Los técnicos municipales que acudieron al lugar apuntaron que su situación general es mala y que tiene un notable deterioro estructural a consecuencia de su abandono y la falta de mantenimiento.

Según su informe, el coste de la reparación del Lluís Sitjar sería superior en un 50 por ciento al valor actual de la edificación y, por tanto, desde un punto de vista técnico concluye que el estadio cumple los requisitos de ruina económica.

La concejala de Urbanismo, Yolanda Garví, ha destacado en la rueda de prensa el "estado lamentable de desolación" en que se encuentra el estadio y el gerente de este área, Bartomeu Tugores, ha afirmado que los informes de los técnicos respecto a su ruina son "contundentes".

Calvo ha destacado, por su parte, que este es "un paso relevante que conduce a una nueva etapa en esta zona" y que responde a una "situación de decadencia cada día más problemática". Asimismo, ha explicado que es "fundamental el uso público de la zona" y "evitar especulaciones en este punto de la ciudad".

Ha recordado que en varios plenos municipales se ha expresado la intención de convertir este espacio en parque y equipamientos deportivos, lo cual se haría con la revisión del plan de ordenación urbana y tendría que pasar por una expropiación de los terrenos.

Preguntada por este último aspecto, Calvo ha dicho que antes se verán los "intereses encontrados" que puede haber respecto a los usos del solar, aunque ha remarcado que quien decide finalmente su destino es el consistorio.

"Hay otros intereses legítimos que plantean otra cosa", ha explicado la alcaldesa, quien ha añadido que es positivo que haya debate en este aspecto.

Respecto a la fecha en que podría estar derribado el estadio, ha opinado que es difícil de saber puesto que existen múltiples propietarios y la situación es "complicada", aunque ha descartado que el equipo de gobierno se haya puesto como fecha límite las elecciones municipales de mayo de 2011.