Dos grandes veleros y un clásico trasatlántico, cuyas estampas marineras no son muy habituales hoy día y transportan a otros tiempos, han visitado la bahía y el puerto de Palma esta semana.

Los viandantes que pasean por la zona del Portixol han podido deleitase con la visión de un maravilloso velero fondeado a corta distancia de la costa, se trata del Atlantis, un bergantín de tres palos de bandera holandesa que, aunque visita Mallorca casi cada año siempre causa admiración por su gran estampa.

El Atlantis fue construido 1905 en los astilleros Wichhorst de Hamburgo, como buque faro con el nombre de Elbe 2. Y durante setenta años ejerció sus funciones en la zona del estuario del Elba, hasta que a principios de los ochenta fue reconstruido y convertido en bergantín, reapareciendo en 1985 como el Atlantis. Desde entonces se dedica en régimen de charter a realizar cruceros, preferentemente por el norte de Europa y el Mediterráneo.

También ha llegado esta semana el Falken, buque escuela sueco, pequeña goleta construida en 1947 en Estocolmo y que junto a su gemela Gladen, sustituyeron a los antiguos Jarradas y Najaden. De 218 toneladas de desplazamiento y llevando poco más de 50 tripulantes, es utilizado para cruceros de instrucción de los cadetes de la marina sueca.

El tercer protagonista de la semana ha sido el Saga Ruby, un crucero de bellísimas líneas construido en Gran Bretaña en 1973 como el Vistafjord para la Norwegian America Line, siendo utilizado alguna vez en la línea de Oslo a Nueva York pero sobre todo para cruceros. En 1983 pasó a la Celebre Cunard Line, que le cambió en 1999 el nombre por el de Caronia, y desde el año 2004 pertenece a la Saga Shipping Co, que le puso Saga Ruby.

El buque ha amarrado en el puerto de Palma en muchas ocasiones, aunque su primera visita se produjo el 9 de mayo de 1974, hace 36 años. Actualmente está considerado como uno de los buques más bonitos que navegan y es muy parecido al Saga Rose que recientemente fue enviado a desguace.